«En las bandas tienen dos misiles». La frase es de Cabrera, que vivió como central el duelo en el Carranza y que esta noche estará en el lateral zurdo para vérselas con Salvi, el extremo derecho del equipo gaditano. El segundo misil, todavía de mayor alcance y peligrosidad, es Álvaro García, en el otro carril, en el izquierdo. Es el futbolista más desequilibrante del enemigo y con el que se tendrá que ver las caras Isaac, salvo que Láinez se decida por Feltscher por las pequeñas molestias del gaditano, lo que no parece probable.

El trío lo completa Alfredo Ortuño, la referencia, el encargado de bajar y esconder los balones para que esos dos extremos puedan explotar su velocidad. Ese triángulo tiene en Aketxe a un buen complemento, sobre todo en la estrategia a balón parado, ya que llegó en enero y ha sido titular en los últimos cuatro partidos, pero en ese trío se explican muchos de los valores en ataque del Cádiz.

Conoce bien el zaragocismo a Álvaro García. Rompió la cintura de Fran casi cuando se lo propuso en el Carranza y, con la ayuda de Brian Oliván, hoy ausente por decisión técnica, y el poco trabajo de Lanzarote, fue una pesadilla ese día. Tras llegar cedido desde el Granada, ya fue uno de los artífices del ascenso gaditano y, ahora en propiedad en esta temporada, con contrato hasta el 2020 la está rompiendo en Segunda, con cantos de sirena ya desde Inglaterra, desde el Middlesbrough, igual que desde el Leganés. Es fijo para Álvaro Cervera, con 2.972 minutos y 34 partidos, todos de titular. Cuatro goles y 11 asistencias le avalan para ser el jugador más desequilibrante. Es uno de los mejores pasadores de la categoría y el gran momento del Cádiz entre diciembre y enero se sostuvo en su capacidad para regalar goles.

El 1-0 al Zaragoza

De hecho, el que anotó Salvi ante el Zaragoza fue una estupenda asistencia de Álvaro tras marcharse de Fran para hacer el 1-0. Algo menos de continuidad, también por una lesión, suma Salvi. Nacido en Sanlúcar, de fugaz paso por la cantera del Sevilla y que llegó al Cádiz desde el Villanovense. Ha disputado 29 partidos, 23 de titular, ha anotado siete goles y ha dado otros cuatro.

Salvi tiene en la rapidez su principal arma, pero posee menor calidad y polivalencia que Álvaro, al que su entrenador ha colocado a veces en la mediapunta o en la banda derecha para que Aitor o Nico Hidalgo entraran en ataque. Aitor, sobre todo, es la bala en la recámara que Cervera se guarda siempre para intentar cambiar un partido.

Ortuño, que también anotó en el Carranza contra el Zaragoza el gol que suponía el 3-0, es el complemento ideal para esos dos puñales. El delantero, cedido por la Unión Deportiva Las Palmas, está viviendo en el Cádiz su mejor temporada de largo, algo parecido a lo que le está pasando a Ángel en el Zaragoza. Los dos llegaron a La Romareda en el verano del 2015 con Martín González como director deportivo, pero Ortuño se marchó en enero, como la última víctima de la revolución que trajo a Lluís Carreras y a Narcís Juliá. Tras un paso gris por el Mallorca, en el Cádiz es la indiscutible referencia. 36 partidos, todos de titular y una única ausencia, ante el UCAM por sanción, así lo atestiguan. Ha anotado 17 goles y ha dado tres asistencias para ser el hombre clave en el ataque gaditano.