Cada falta merodeando el área, cada córner en contra provoca la máxima inquietud en el zaragocismo. No es para menos. El equipo aragonés tiene esta temporada un serio problema a balón parado. Tan grave que 15 de los 28 goles que ha recibido el conjunto zaragocista este curso han llegado de esta suerte, bien en un libre indirecto, bien en un saque de esquina, bien de penalti, aunque aquí no entre en juego la estrategia. Una sangría que está lastrando sin duda al Real Zaragoza, que es el quinto equipo de Segunda que más goles ha encajado hasta la fecha. Esos problemas defensivos constantes unidos a la falta de puntería en ataque resultan una combinación mortal.

Volvió a suceder contra el Málaga. Una falta cometida por Guitián casi en el córner que quedaba a la derecha de Cristian Álvarez supuso el 0-1 de Ricca, que remató completamente solo en el segundo palo después de que Lasure perdiera su marca. El conjunto de López Muñiz fue el decimosegundo equipo de la categoría que ha hecho daño al Real Zaragoza de esta manera y, en esta ocasión, el cuadro de Víctor Fernández no pudo darle la vuelta al marcador. Cosa que sí logró una semana antes, cuando un córner botado desde el lateral izquierdo de la defensa blanquilla y no despejado en el área pequeña supuso el 1-0 en Gijón.

SIETE SEGUIDOS

Un problema serio porque le ha costado muchos puntos hasta ahora al Real Zaragoza. De hecho, el equipo aragonés solo ha ganado dos de los doce encuentros en los que ha encajado a balón parado, frente al Sporting en Gijón (1-2) y contra el Nástic en Tarragona (1-3), mientras que ha logrado puntuar en otras tres ocasiones, ante el Mallorca (2-2), contra el Tenerife (1-1) y frente a Las Palmas (1-1). Perdió contra el Málaga, aunque no lo mereciera, y perdió también en La Coruña con tres goles a balón parado, aunque en aquella ocasión con errores arbitrales incluidos.

Los dos primeros tantos del Deportivo llegaron en sendas faltas en la frontal del área -más hacia el lado derecho la segunda- en las que los jugadores que rematan habían arrancado en fuera de juego. El 3-1 fue un penalti señalado a Lasure por derribar a un rival tras resbalarse en el área pequeña. También perdió en Alcorcón (2-0), cuando el conjunto local se adelantó con un penalti a los 56 minutos, también cometido por Lasure. El duelo ante el cuadro alfarero fue el último de los siete consecutivos en los que el Zaragoza encajó tantos a balón parado.

Al Alcorcón le precedió el Mallorca en La Romareda, con un gol de Lago Júnior en un córner que rebotó en Verdasca y le quedó franco al mallorquinista. Antes había sido el Nástic con un tanto de córner que no despejó Verdasca. En el caso del Granada una semana antes fue un libre directo de Vadillo el que sentenció el duelo con el 0-2 definitivo. Retrocediendo siete días más fue Verdú quien aprovechó un córner mal despejado para hacer el 1-0 para el Elche. Una jornada antes fue Acosta quien remató una falta lateral en el último minuto empatando para el Tenerife y sentenciando a Idiakez. La racha empezó con un penalti en Soria que dio el triunfo al Numancia.

Antes de eso había sucedido también en la jornada siete en Albacete. El 1-0 fue una falta sacada a la espalda de Lasure y el 2-0 un saque de esquina que Verdasca acabó metiendo en su propia portería. La primera ocasión fue en la jornada tres, cuando Rafa Mir cabeceó -en fuera de juego no señalado- una falta lateral que supuso un empate contra Las Palmas (1-1). En la etapa de Imanol Idiakez fueron cinco goles en cuatro partidos en los que el equipo solo pudo sumar tres de los doce en juego. El problema se agravó con Lucas Alcaraz, puesto que sucedió en seis de los ocho partidos que el granadino estuvo en el banquillo, recibiendo ocho goles de esa suerte. Con Víctor Fernández han sido dos goles a balón parado en tres encuentros, señal de que el equipo tiene que mejorar todavía en esa faceta. Ahora genera un volumen de juego ofensivo mucho mayor, pero sigue desangrándose en defensa.