Carlos Hernández y Simone Grippo protagonizan el gran duelo particular hoy. Una cita de altos vuelos entre dos centrales que tienen en su poderío cabeceador su gran virtud. El defensa del Oviedo suma cinco tantos, todos con la testa y en acciones de estrategia, mientras que el zaragocista lleva tres, también a balón parado, dos de ellos de cabeza. Carlos Hernández es el central más goleador de Segunda y Grippo le persigue en esa clasificación, aunque junto a Jair (Huesca). De este modo, en La Romareda también está en juego la supremacía aérea.

Advertía Natxo González el viernes del poderío en la estrategia del Oviedo, avisando que, de los catorce goles de visitante que lleva el conjunto asturiano, nueve han llegado desde la estrategia en córners o faltas. Ahí, con el buen pie en el lanzamiento de jugadores como Folch, Rocha o Saúl, las virtudes aéreas de los defensas Christian Fernández y Forlín o las del ariete Toché pueden brillar con fuerza, pero sobre todo lo hacen las de Carlos Hernández.

El zaguero nacido en Jaén (15-9-1990) ha marcado cinco goles de cabeza en lo que va de Liga, ante Barça B, Nástic, Numancia, Cultural y Rayo, por lo que es más que decisivo en la estrategia para Juan Antonio Anquela. Tras formarse en el cuadro andaluz, Carlos Hernández llegó al filial del Zaragoza en la 12-13, con el aval de Ander Garitano, como también lo hizo procedente del Jaén José Mari, en la temporada anterior.

Paso por el filial zaragocista

A diferencia de su compañero, el central no tuvo sitio en el primer equipo, que bajó a Segunda en ese curso, y en el filial disputó 35 partidos en Segunda B antes de poner rumbo a Sabadell. Dos temporadas en el club catalán y otras dos en el Lugo le dieron continuidad en la categoría de plata antes de llegar al Oviedo, donde ha jugado de titular en 24 de las 27 citas ligueras y se perdió dos por sanción. Es decir, es un fijo para Anquela, mucho más desde que el Oviedo defiende con línea de tres centrales, donde Carlos Hernández ocupa el perfil derecho y Christian Fernández el izquierdo escoltando ambos a Forlín.

Grippo no ha sido tan prolífico como Carlos Hernández y tiene en Eguaras también a un buen lanzador. Marcó ante el Rayo de cabeza en un córner botado en corto, prolongó con un remate con el pie un envío de una falta sacada en corto ante el Granada y volvió a marcar con la testa en Tarragona en un saque de esquina. Además, contra el Reus y el Barcelona B estuvo muy cerca de anotar de cabeza y aumentar su cuenta. El central suizo comenzó siendo fijo hasta que una lesión de rodilla le apartó del once para volver después y tener otro percance en esa articulación y regresar hace una semana en el Nou Estadi, con gol incluido. Grippo ha jugado en 17 partidos de Liga y 1.444 minutos.