Lasure hablaba así de él. «Es un jugador portentoso, impactante, muy fuerte, difícil de defender y que nos va a dar muchísimo. Lo va a hacer genial en la categoría». Guti utilizó un tono similar al de su compañero. «Es el que más me ha sorprendido. Es potente, con capacidad física y nos va a dar mucho. Es un jugador que con un entrenamiento ya le puedes ver las posibilidades. Ojalá meta muchos goles». Apenas lleva unos días en el equipo y todavía no ha saltado una vara con la que medir con certeza su capacidad, pero el foco ya apunta a su fibrada figura.

A Dwamena le acompaña el aura que acompaña a los delanteros, los futbolistas que acaparan el mayor grado de atención y sobre los que descansan las mejores expectativas. Será que estas son siempre grandes en los clubs grandes, será la inversión de la SAD en su sueldo, serán los 6 millones que el Levante pagó por él, serán las ganas de contar con un goleador reputado, será su sonrisa, será la felicidad de Víctor por tenerlo. Será lo que sea, pero Dwamena ha caído de pie en el Zaragoza.