El Real Zaragoza se presentará en Almería sin dos de los tres delanteros específicos que comenzaron la temporada, los dos principales. Está sancionado Luis Suárez, el tótem del equipo y uno de los tres jugadores con más ascendencia global sino el que más. Y Dwamena es baja ya definitiva y no volverá a vestir la blanquilla. Entre los dos han hecho once de los veinte goles, nueve el colombiano y dos el ghanés, cuyo rendimiento habría que calibrarlo más por su contribución al equilibrio de la fase ofensiva y en intangibles que en tantos contantes y sonantes. Han quedado para la misión de Almería Linares, delantero puro pero figura residual para el entrenador, Pombo y Soro.

Desde que la Sociedad Anónima tiene certeza absoluta de que Dwamena no volverá a jugar para su causa han transcurrido ya seis semanas. Enseguida el club se puso manos a la obra en busca de un sustituto, como era obligación. No ha habido de momento frutos porque el mercado ahora mismo ofrece lo que ofrece, es restringido y, en muchos casos, también caro. El dinero siempre es explicación fundamental para entender qué sucede y qué deja de suceder en el fútbol profesional. El club ha negociado con el brasileño Jonathas y con Darío, punta del Atlético de Madrid B, por el que ha llegado a ofrecer 300.000 euros en concepto de traspaso.

Mientras si sí o si no, las jornadas han ido sucediéndose sin que el recambio de Dwamena haya aparecido. El equipo no ha perdido apenas terreno, otra cosa es que con todos, y sin otras bajas añadidas, quizá lo podría haber ganado. En este mes y medio, ha pasado a estar a dos puntos del ascenso directo, cuando con el ghanés se quedó a uno. Antes en promoción, ahora también. Sin delantero, el Zaragoza no ha perdido la delantera. Con contratiempos, con dificultades, siempre hay que seguir. Cada empate es un empate más, cada victoria es una victoria más. Al final, los lamentos no sumarán, sumará cada punto. Mientras tanto, Víctor Fernández aguarda a su nuevo punta. Sin haber acelerado en su contratación, con seis semanas ya a cuestas, lo fundamental será, sobre todo, acertar.