Una de las principales incógnitas de la semana residía en la figura de Íñigo Eguaras. El navarro arrastraba unas molestias que le impedían jugar con comodidad en la medular. Finalmente, Lucas Alcaraz confirmó ayer que será baja ante el Córdoba. De esta manera, el jugador se une a la enfermería con Grippo, Papu y Toquero. «Ese tipo de bajas hacen daño. Por otra parte estamos recuperando jugadores. No son tan específicos, pero habrá que ir componiendo el centro del campo», dijo

En el vestuario son conscientes de que la cita de mañana ante el Córdoba, a las 20.30 horas, es más que un simple partido. El técnico granadino recalcó que «tenemos que jugar como si fuera el último. Pero no solo éste, sino el de cada semana». El cuadro blanquillo necesita los tres puntos con urgencia, y tendrá una oportunidad de reencontrarse con la victoria ante un rival que acumula peores registros. El conjunto califa solo ha sumado un punto en sus deplazamientos, ante el Sporting de Gijón en El Molinón (0-0). A pesar de la dificultad que los andaluces atraviesan fuera de casa, Alcaraz restó importancia a esta dinámica ya que «los números son indicativos, pero no aportan soluciones. Además, nuestros numeros en casa tampoco son buenos», apuntó.

Los primeros minutos del lance serán clave para teñir de azul y blanco el partido. «Los dos equipos estamos en una situación incómoda. Desde el inicio tendremos que minimizar los errores e intentar maximizar los aciertos. En estos partidos, el inicio siempre tiene esa tensión generada por el miedo a equivocarse. Tendremos que tener la personalidad suficiente para jugar con seguridad. En este sentido, el granadino añadió que «Si somos el Zaragoza de Tarragona estaremos todos muy contentos. Si somos los de la primera parte ante el Granada, peligro».