-Nuevo equipo, nueva ciudad, nueva vida. ¿Cómo están siendo los primeros días?

-Estoy muy contento. Es la primera vez que salía fuera de casa y me he encontrado con buena gente que me ha ayudado a encontrarme muy contento. Me lo están poniendo muy fácil y ahora trataré de adaptarme cuanto antes,

-¿Cuándo decide irse del Real Zaragoza?

-Yo no tenía intención de salir. Estaba bien en casa y acababa de renovar, pero durante las vacaciones recibí una llamada de mi representante en la que me decía que Lalo no contaba conmigo y que tenía que buscar una salida.

-¿Cómo se le quedó el cuerpo tras conocer esa decisión?

-No me lo esperaba. Tras el confinamiento sufrí una severa lesión que me dejó el tobillo destrozado, pero paré apenas tres o cuatro días cuando, en ese estado, otro no habría vuelto a jugar. Pasé semanas muy complicadas, con el tobillo maltrecho y tumbado siempre después de entrenar. Sufrí mucho pero cuando volví creo que lo hice bastante bien y esperaba continuar, así que no me esperaba que me dijeran que no contaban conmigo. Me dolió.

-Además, hacía muy poco tiempo que había renovado. ¿Qué le transmitió el club?

-Con Lalo no hablé. Ni me llamó, ni un mensaje. Todo fue a través de mi representante. Pero era lo que tocaba y tuve que buscar una salida.

-¿Por qué cree que le renovaron el contrato?

-Esa pregunta no es para mí. Yo estaba muy contento, aunque claro que quería jugar más minutos y gozar de más confianza porque no partes como titular y eso hace que no puedas ofrecer tu mejor nivel. Eso dolía pero estaba en casa, a la que espero volver en el futuro.

-¿Está decepcionado?

-Digamos que no me sorprende. Me voy contento después de tantos años. Yo le debo todo al Real Zaragoza, que es mi club y mi casa y agradezco mucho a todos los que me han ayudado, pero también a los que no porque me han ayudado a mejorar.

-¿Por qué no le sorprende?

-Por todo lo que he vivido. Mi relación con Lalo no ha sido ni buena ni mala, simplemente la de un director deportivo y un jugador. Digamos que no es algo inesperado y solo queda afrontarlo de la mejor manera posible.

-Y surgió la alternativa de ir al Cartagena…

-Tenía varias opciones, pero estaba de vacaciones tras un año muy complicado y le pedí a mi agente que necesitaba descansar y que ya miraríamos más adelante. Y el Cartagena fue el que más fuerte apostó por mí y pensé que era una buena opción.

-¿Tiene la sensación de que nunca se ha acabado de confiar absolutamente en usted?

-Claro que queda esa sensación de que no se ha confiado plenamente en Delmás. Apostaron por mí cuando me subieron al primer equipo, pero esa confianza no se llegó a plasmar definitivamente después. Nunca he tenido la oportunidad de que me concedieran partidos y confianza para dar mi mejor nivel y, cuando lograba hacerlo, no seguía jugando, pero esto es el fútbol.

-Pero usted ha disputado más de una veintena de encuentros en cada una de las tres temporadas que ha formado parte del primer equipo.

-Soy jugador de equipo. Lo doy todo por él y por mis compañeros. No salgo lesionado del campo y siempre estoy dispuesto a ayudar y preparado para hacerlo lo mejor posible. Si partiendo como suplente he jugado siempre más de 20 partidos es por algo.

-¿Qué le viene a la cabeza cuando recuerda el ‘playoff’?

Fueron unas semanas muy duras. No sabíamos si íbamos a jugar o no y eran tantas las dudas y las incógnitas que no sabes qué pasa. Nadie decía nada y solo entrenabas. De repente llegó la eliminatoria y cuando nos ponemos con un jugador más en Elche tras la expulsión de Jonathas, creo que tendríamos que haber ido más al ataque y haber hecho un gol. El resultado no fue bueno y ellos con un gol lo tenían. Competimos, pero en un playoff eso solo no te da.

-¿Se perdió una oportunidad única?

-Ya se había perdido antes. El confinamiento nos mató y acabó con esa dinámica que nos hacía vernos en Primera de forma directa. No sé lo que pasó. En La Romareda no ganábamos y eso nos sentenció y nos hizo sufrir mucho psicológicamente.

-¿Qué le parece cómo está preparando la temporada el club?

-Mantengo contacto con casi todos los del equipo, con los que tengo amistad. Les pregunto y estoy enterado porque, además, toda mi familia es zaragocista. Yo al Zaragoza le deseo lo mejor y lo único que espero es que los compañeros, que son grandes personas, puedan competir y que ganen todos los partidos menos dos.

-¿Con qué se queda de estos años?

-Me quedo con todo lo que he vivido. Siempre he sido muy alegre y me guardo para siempre todos esos momentos que me ha regalado el Zaragoza como profesional y como persona. Es toda una vida la que he disfrutado y crecido como futbolista en un club que me lo ha dado todo y que siempre será mi casa.

-¿Por qué Julián Delmás no está en el Real Zaragoza?

-Porque no han querido y no me dieron opción. De un día para otro me invitaron a buscarme una salida a pesar de haber renovado. Fue de repente pero no quería discutir con el club ni entrar en problemas. Así se lo dije a mi representante, así que el acuerdo fue muy fácil.