Tuvo que parar, solo 30 segundos, pero lo tuvo que hacer. No es Víctor hombre de lágrima fácil, pero volver a casa para coger al equipo de su vida en una situación tan delicada le sacó la emoción. "Me conocéis todos. Siempre he venido en situaciones complicadas. Como jugador debuté en el Zaragoza en una situación difícil y como entrenador también fue en una compleja. Ahora lo es mucho más. Por eso para mí es un reto, principalmente profesional, pero sobre todo sentimental". Ahí tuvo que parar, nada más empezar. No se tuvo que marchar de la sala de prensa como en su día Víctor Fernández, cuando llegó para ser el primer técnico de la era de Agapito, pero la emoción de Muñoz fue evidente. Zaragozano y zaragocista, esos sentimientos están fuera de toda duda.

Se rehízo y continuó su discurso, donde apeló mucho más a los sentimientos que cuando arribó en el 2004 para sustituir a Paco Flores. Entonces, se trataba de lograr la permanencia en Primera y estaba el aliciente de la Copa que se acabó ganando. Ahora, la situación es mucho más extrema, por lo que invita más a unas palabras a corazón abierto. "Ver al Zaragoza en esta situación nos duele a todos. Pido la colaboración de la afición. He dado este paso adelante y espero que la afición también lo dé", añadió el entrenador aragonés.

Aseguró después que la caída de otros mitos del zaragocismo en la era de Agapito, un triturador de ilusiones, "es real, pero me he visto obligado a aceptar este reto. No tengo miedo a fracasar, en esta vida no hay que tener miedo a nada", indicó. En esa lista de zaragocistas ilustres que han pasado por el club con el soriano están Víctor Fernández, Nayim, Esnáider, Pardeza, si bien éste estaba ya cuando llegó, como Solana o Aragón, Gay...

Asumió que tiene "más a perder que a ganar" en esta etapa. "He aceptado este reto, pero, aunque el Zaragoza es el equipo de Aragón, de todos los aragoneses, ahora está en Segunda División y eso me convierte en entrenador de Segunda", manifestó.

"El Zaragoza no puede estar donde está y tiene que mejorar. Que pueda estar donde merece, en Primera, ahora es muy difícil, un sueño, pero no podemos ir más abajo", aseveró sobre la situación del equipo. Así, sobre su compromiso hasta el 2015 dijo que es para intentar devolver al Zaragoza a Primera: "Si no es este año, que es muy complejo, al que viene habrá que hacer un planteamiento serio y las cosas bien. Ahora solo hay que pensar domingo a domingo y ver hasta dónde podemos llegar".

LA MEJOR PLANTILLA

Se le preguntó por el equipo que se encuentra, un Zaragoza de los más flojos de la historia, pero en una Segunda también llena de mediocridad: "Tengo la mejor plantilla... No la puedo cambiar. Los jugadores se encuentran en un momento bajo en el que todo parece oscuro y negro, pero hay calidad para mejorar la situación y la clasificación en que se está".

En esa mejora, en una promoción de ascenso que está a 4 puntos cuando quedan 36, mientras que el ascenso está a 11, está la posibilidad de mirar hacia arriba y de creer. "En el fútbol todo es posible. Quién nos iba a decir que ganaríamos aquella Copa y esa final ante el Madrid. Y tocó la lotería". Víctor Muñoz quiere que vuelva a caerle aquí.