La leyenda de que el conocimiento de la alineación de carrerilla por parte del aficionado es sinónimo de éxito tiene sus matizaciones. La apuesta continuada en unos jugadores suele aportar sintonía y compenetración, pero también un gasto considerable, sobre todo si el equipo está sometido a las exigencias de más de una competición como es el caso del Real Zaragoza. Además, Víctor Muñoz ha realizado una transparente declaración de intenciones al concentrar su interés en un grupo reducido, una decisión que tiene más que ver con la desconfianza que tiene en el resto que con la seguridad de que sus elegidos sean la panacea: de los 25 componentes de la plantilla, el técnico utiliza a 15 futbolistas y tiene al resto, 10, de complemento o de puro adorno.

De los profesionales que apenas asoman en el once , Soriano es el líder con 292 minutos. Por debajo del centrocampista Drulic (187), Generelo (187) y Capi (90) pueden decir que han jugado, todo lo contrario que García Granero (9), David Pirri (6), César (0) y Camacho (0) --Láinez y Zaparaín están lesionados--. Lo que resulta paradójico es que el club ha preferido rechazar ofertas de cesiones pese a que Víctor ya ha comunicado a algunos que no cuenta con ellos. La lectura está clara: no va a llegar nadie en el mercado de enero y, por lo tanto, hay que mantener esa homogeneidad cuantitativa de 25 fichas.

Las cifras hablan. El Real Zaragoza es el cuarto conjunto de Primera División que más minutos reparte entre sus once titulares, tan sólo por detrás de Barcelona, Espanyol y Levante. No es un bloque de piñón fijo pero casi. Se puede decir que el entrenador maneja tres cajas. En la A tienen cabida Luis García, Alvaro, Movilla, Milito, Savio, David Villa, Zapater y Toledo. En la B estarían Galletti y Cani, que se han intercambiado brazalete de capitán y puesto entre los principales; Cuartero y Ponzio --similar caso al anterior--; Javi Moreno y Oscar --siguen las coincidencias--, y Aranzabal. César Láinez es un tema aparte, al igual que Zaparaín, entre la decena que no aparece en el cartel.

POCA MANIOBRA La plantilla no es corta en número, pero Víctor ha establecido con un criterio muy respetable esas fronteras que reducen de forma considerable la capacidad de maniobra y que muestran las limitaciones del Real Zaragoza para mayores empresas. Milito y Alvaro, según se ha podido comprobar a lo largo de la temporada y por las decisiones del técnico, carecen de relevo, al igual que Savio, Movilla, Villa e incluso Toledo. Los cambios que se producen en los partidos son los mismos, muy fáciles de memorizar por el automatismo de los relevos.

Por el momento las lesiones han respetado a las piezas que el míster considera de mayor valor. La excepción ha sido Villa, quien estuvo ausente por una rotura de fibras en un par de partidos --Valencia y Mallorca-- y el cuadro aragonés no marcó en ninguno de ellos. Al asturiano, además, le está costando coger la forma. El Real Zaragoza es un equipo de once por el que circulan sólo cuatro más.