Juan Cala se muestra orgulloso del interés del Real Zaragoza, que ya ha realizado una oferta al jugador para que forme parte de su equipo la próxima temporada. «Es un honor que me quiera un club histórico como el Zaragoza», afirmó el futbolista ayer a EL PERIÓDICO. Sin embargo, el central, desvinculado ya de Las Palmas, todavía no tiene decidido su futuro y dónde jugará a partir de agosto.

El Zaragoza quiere a Cala y a Cala, de 29 años, le seduce la opción de fichar por el conjunto aragonés, pero las posturas todavía están lejos de abocar a un desenlace temprano. Porque Cala quiere tomarse su tiempo para asegurarse de que su elección es la adecuada. Por eso, ha pedido paciencia al Zaragoza, el club que más fuerza está haciendo en la actualidad para hacerse con sus servicios.

Pero no es el único. Porque el Cádiz también está dispuesto a pujar fuerte por el defensa, que valora mucho la posibilidad de estar cerca de casa. De hecho, Cala, natural de la localidad sevillana de Lebrija, habría manifestado a su entorno más cercano su preferencia por no alejarse demasiado debido a motivos familiares. En ese caso, el Cádiz partiría con ventaja. El Málaga, que en las últimas horas también se habría posicionado para la contratación del central, también aumenta la complejidad de la operación para el Zaragoza.

Pero el club aragonés no está dispuesto a esperar a Cala durante mucho tiempo. La entidad considera al sevillano una buena oportunidad de mercado y aunque no puede asumir su ficha íntegra -800.000 euros-, Las Palmas se comprometió con el futbolista a pagarle lo que su club de destino no llegue a asumir en caso de que este sea un equipo de Segunda. Además, se valora su experiencia en la categoría y una solvencia demostrada durante años. Pero el Zaragoza cuenta con más opciones en esta demarcación y, por eso, ha concedido a Cala una semana para que tome una decisión definitiva. En estos días, el andaluz ha de decidir si desea sumarse a la disciplina zaragocista y pasar a convertirse en uno de los pilares sobre los que se asentará el equipo aragonés la próxima campaña, la séptima consecutiva en la categoría de plata del fútbol español. «Aún no tengo nada decidido», insistía ayer el jugador a este diario.

En ese sentido, el Zaragoza tiene claro que se va a ver abocado a esperar para la contratación de otros jugadores, por lo que no quiere acumular demoras, aunque el centro de la defensa es una de las parcelas más necesitadas de refuerzos. De momento, el club cuenta con tres inquilinos fijos en esta zona -Guitián, Grippo y Clemente-, si bien ninguno de ellos está actualmenre en plenitud de condiciones físicas.

Así, Grippo y Clemente se encuentran en pleno proceso de recuperación de la rotura del ligamento cruzado anterior que se produjeron ambos la pasada campaña. Ninguno de ellos comenzará la pretemporada en Boltaña al mismo ritmo que sus compañeros, por lo que su presencia en los partidos se demorará. Además, en el caso del canterano -con contrato con el primer equipo- todavía no está claro dónde jugará, a expensas de la composición final de la defensa de la primera plantilla.

Guitián, por su parte, se fue de vacaciones con una tabla de ejercicios impuestos por el club como tarea de cara a solventar sus problemas relacionados con el pubis. En principio, está previsto que vuelva a Zaragoza unos días antes que el resto para ser sometido a pruebas médicas que determinen el grado de recuperación de su dolencia.

Otros dos centrales -Álex Muñoz y Verdasca- aún siguen en el club que, sin embargo, busca una salida para ambos. El Tondela portugués, del que se ha hecho cargo Natxo González, quería a Verdasca, pero sin asumir coste y el Hércules aspira a la vuelta a casa del alicantino.