En el mejor momento de la temporada, con buenas sensaciones, mejor juego y resultados positivos, la Copa del Rey irrumpe en escena para interrumpir el buen momento del equipo aragonés y abocarlo a un duelo a muerte con un equipo de Tercera División situado en la segunda plaza de su grupo y que, al contrario que su oponente, afronta el duelo del martes como uno de los más importantes de su historia moderna. Porque, si para el Zaragoza el encuentro en tierras manchegas es algo así como un marrón justo cuando el equipo había encontrado el camino correcto y a apenas cuatro días del derbi contra el Huesca, para el Socuéllamos el envite desprende un bendito olor a fiesta.

Además, el Zaragoza afronta su primera aparición copera castigado por las sempiternas bajas que vienen poniendo a prueba la paciencia de Víctor desde comienzos de temporada. La última, la de Lasure, que, de este modo, se une a Zapater, Atienza, Vigaray y Cristian Álvarez. Ninguno de ellos estará en Huesca, donde el Zaragoza se jugará algo más que tres puntos. En Socuéllamos, sin embargo, el asunto es bien diferente. “Es un partido inoportuno porque rompe el plan de trabajo a pocos días de un duelo muy importante, con las vacaciones ya muy cerca y en unas circunstancias delicadas porque estamos muy justos de número, pero vamos a ir a ganar y seguro que competimos porque este escudo obliga a dar lo máximo”, ha aseverado Víctor en la rueda de prensa previa al duelo copero.

El técnico aprovechará para conceder minutos a jugadores no habituales (Bikoro debutará con el primer equipo) y para dar la oportunidad a juveniles que vivirán su primera experiencia con los mayores, como Francés y Borge. “Será un partido muy especial para ellos. Quiero ver si les asusta jugar contra hombres”, expone Víctor, que ha conseguido tener a su equipo justo donde quería. “Estamos generando alegría e ilusión y la gente se siente identificada con su equipo. Se puede decir que este es el Zaragoza que quería y estoy contento por ello”.

Espera un rival que afronta el choque como la cita de su vida. “Hemos mandado técnicos a ver cómo juegan porque nosotros somos los primeros que debemos tomar en serio a un rival que compite muy fuerte con un juego condicionado por su campo y transiciones rápidas. Acumulan gente en el área y dispone de una buena mezcla de juventud y veteranía, así que nos espera un partido de altísima exigencia”, advierte Víctor.