Francho Serrano puede vivir la próxima temporada un salto similar al que tuvieron en su día Zapater, Vallejo, Soro o Clemente, jugadores que tan apenas pasaron por el filial o que directamente no lo hicieron, como el caso de ‘Zapa’ o de Vallejo, antes de consolidarse en el primer equipo. El capitán del División de Honor Juvenil, faro del equipo que el curso pasado levantó la Liga y la Copa de Campeones y que en esta campaña ha realizado una brillante trayectoria en la Youth League, tiene todas las condiciones técnicas, físicas y de mentalidad para ser un futbolista importante en el Zaragoza en los próximos años y el club aragonés ha estado rápido para cerrar su renovación dándole con ella una plaza en el primer equipo.

Porque Francho Serrano (Zaragoza, 17-10-2001) es ahora mismo uno de los jugadores más codiciados en España entre los de su generación y, en su último año de juveniles, el club se ha movido con celeridad. Con contrato hasta el 2022 y una cláusula de 800.000 euros, el jugador, sin representante en la actualidad, labor que realiza su padre, ha firmado el contrato base de los futbolistas que suben desde la cantera (la cláusula suele ser en estos casos de seis millones) y ahora mismo el blindaje es mucho más elevado y hasta el 2024.

Francho, primer capitán del Juvenil, líder de ese vestuario e interlocutor entre esa plantilla y el cuerpo técnico de Iván Martínez y el club, ya ha sido internacional sub-19 y su progresión es meteórica. Tanto, que puede llegar al primer equipo habiendo disputado un solo partido con el Aragón, ante el Brea el pasado 15 de diciembre, pero sí que ha entrenado hasta tres veces por semana con Javier Garcés en los últimos meses, aunque ha seguido también a las órdenes de Iván Martínez y jugando en el equipo de División de Honor. Llegado a la cantera al segundo eslabón, al Alevín A, y tras jugar en el Oliver, aúna talento, despliegue, capacidad física e inteligencia en el campo. Un proyecto de centrocampista completo cada vez más cerca de ver la luz.

Está por ver si Francho es capaz de igualar el salto que en su día dieron Zapater o Vallejo, aunque en sus casos el contrato con el primer equipo les llegó varios meses después de empezar a jugar. En los dos fue Víctor Muñoz la lanzadera. En los últimos coletazos de la temporada 03-04 y con la salvación lograda, el técnico organizó algún partido en La Romareda contra el entonces Zaragoza B y el Juvenil. Ahí estaba Zapater y el centrocampista le entró por el ojo. Tanto, que días antes de marcharse a Nyon (Suiza) a la pretemporada le comunicó a Carlos Rojo, su técnico, que se lo llevaba a la pretemporada. “Ha sido el mejor”, le dijo a la vuelta, tres semanas después. Zapater, con 19 años, jugó 40 partidos oficiales aquel curso, entre Primera, Copa de la UEFA, Copa del Rey y la Supercopa, un título que levantó. Su primer contrato, hasta el 2007, lo firmó a finales de noviembre de ese año.

En el caso de Vallejo pudo la necesidad tras un verano, el del 2014, donde el Zaragoza rozó la desaparición. El central, con 17 años, debutó en Huelva porque la nueva propiedad del club solo pudo inscribir a 14 futbolistas en ese partido y convenció a todos, al primero a Víctor, que ese día ya dijo que pasaba a ser el cuarto central. Pasó a ser el primero porque jugó en 29 jornadas de Liga y firmó contrato en diciembre de ese año para ser traspasado en junio por 6 millones al Real Madrid junto al meta Darío Ramos, quedándose como ahora Soro un año cedido.

También Soro tuvo que esperar a debutar con el primer equipo para firmar contrato. El mediapunta era el gran referente del Juvenil y Láinez en la 17-18 le hizo debutar en un partido con el Aragón antes de que se fuera a la pretemporada con Imanol Idiakez, donde con 19 años se salió, siendo el máximo goleador y derribando la puerta a golpes. El 5 de octubre del 2018 firmó con el primer equipo hasta el 2022, jugó 31 partidos oficiales la pasada temporada y lo fichó el Real Madrid por 2,5 millones más incentivos. Solo cinco días mayor es Clemente que Soro y también estuvo en esa pretemporada con Idiakez, pero empezó el curso pasado en el Aragón y a mediados de septiembre sufrió una grave lesión de rodilla en San Juan de Mozarrifar. Entonces, el club le hizo contrato del primer equipo hasta el 2022 antes de debutar, algo que ha hecho en la presente temporada, donde el central lleva 16 partidos oficiales y ha dado el salto a la sub-21.

Los casos de Azón, Francés, Carbonell o Borge

Está por ver si algún otro jugador del División de Honor vive lo mismo que Francho y firma contrato con el primer equipo la próxima temporada. No parece probable, porque a los más próximos a hacerlo, el delantero Iván Azón y el lateral Alejandro Francés, aún les queda un año de juveniles. En todo caso, la gran trayectoria del División de Honor va a hacer que muchos futbolistas pasen por encima del filial y en la pretemporada próxima ya se pueda a ver a los Borge, Azón, Francés o Luis Carbonell, además de Francho, claro está, con el primer equipo. El caso de Carbonell es el más especial, porque al terminar este año aún le restarán dos de juveniles y es la otra gran joya de la cantera. Tiene contrato hasta el 2023 y su cláusula, ahora de 1,5 millones, sube medio millón cada temporada, por lo que el 30 de junio pasará a ser de dos. El club con Carbonell tiene la idea de no acelerar los pasos más de lo debido y de ir con tranquilidad en su evolución.