Anda el Zaragoza librando sus batallas, casi siempre más pendiente de guerras propias que de los rivales. No le suelen influir los enemigos salvo en contadas ocasiones como la de esta tarde, en la que recibe al incontestable Levante después del subidón del pasado sábado en Huesca. Entiende Raúl Agné, su entrenador, que es un día de esos que valen más que tres puntos, un partido que puede alterar el rumbo. Cuestión de dinámicas, que tanto gusta decir hoy. «Todos los partidos son iguales, pero es cierto que hay partidos y partidos, y el de mañana (por hoy) es algo más. Jugamos contra el líder, queremos pelear por esas posiciones de privilegio, venimos de ganar y nuestra gente nos agradece el esfuerzo de Huesca. Si somos capaces de ganar al Levante en nuestra casa, todos sabemos que la repercusión será mayor. Crecerá la confianza y todos volveremos a estar unidos y a creer. Sería un buen momento en el campeonato para dar ese salto de calidad».

La tempestuosa tarde de Huesca dejó un cambio en la mentalidad y el comportamiento. «Más allá de la victoria, importante para romper la racha, lo mejor es cómo fue. El equipo se adaptó a unas circunstancias adversas, demostró tener casta y saber remontar un partido. Siempre es mejor recibir al líder en esas condiciones. Viene el mejor equipo de la categoría, pero confío mucho en los míos y en La Romareda somos aún más fuertes. A ver si conseguimos plantarle cara y ganarle, creo que lo podemos hacer».

Agné tendrá de nuevo la baja por lesión de José Enrique y por sanción la de Marcelo Silva, «un jugador muy importante para nosotros» porque «nos da jerarquía, orden y está rindiendo» a un muy alto nivel. «Lo peor es que todas las semanas tenemos que mover pieza. Es una lástima no tener jugadores para elegir. Pondremos a otro e intentaremos ser una defensa fiable», dijo el técnico, que analizó la posibilidad de jugar con tres centrales. «Antes de que vinieran Jesús (Valentín) y Rolf (Feltscher), eso era inviable. No teníamos ese perfil de futbolistas. Con su llegada, el margen de maniobra es mayor. Más allá de los posicionamientos, las características de los jugadores y las obligaciones que les puedas dar, habrá unos desarrollos en el juego distintos. Si lo haremos o no lo haremos, eso ya lo veremos».

El Levante «es probablemente la mejor plantilla de la categoría», según Agné, que le concede un valor añadido: «Juega con la humildad del equipo más pequeño y tiene contundencia en las dos áreas. Cuando un equipo reúne eso, es muy difícil que le vaya mal. Además, saben contra quién juegan y nos respetan, tenemos buenos jugadores también. Lo único que les pido a los míos es que den su máximo nivel y sean humildes, honrados y disciplinados como ellos», condiciones indispensables para que no exista la diferencia de 21 puntos que marca la clasificación. «El Levante está ahí por méritos propios, tiene unos números increíbles. Ha perdido cuatro partidos y los cuatro fuera de casa. La diferencia es importante en la clasificación, pero yo me resigno a creer que sea real. En el partido vamos a intentar que se vea que la diferencia no es real».

El técnico se detuvo a analizar la composición final de la plantilla una vez que se ha dado por cerrada. Le parece mejor. «Hemos mejorado en cuanto a músculo y versatilidad, lo que te permite mover piezas, e incluso con el mismo equipo hacerlo jugar de otra manera. Ahora la plantilla se acerca más a lo que yo quería, pero ojalá pueda tener a todos a la vez y tener que hacer un once», explicó el técnico, que trata de aislar a su equipo de otros sucesos. «Hace tiempo que cerramos filas. Hicimos un círculo y lo que suceda fuera no nos corresponde a nosotros. Intentamos estar mentalizados y convencidos de que cada partido podemos rendir a un gran nivel. Hace tiempo que hemos cerrado filas al respecto».

Por último, Agné se refirió a Manu Lanzarote, que apenas ha jugado en el 2017. «Si alguien cree en Lanzarote soy yo. Quiero su mejor versión y cuando le toque jugar, jugará. Pero hemos hecho un círculo y ahí estamos todos. El que no quiera estar, no estará. No digo que sea el caso de Lanzarote, lo que quiero decir es que todos estamos con el mismo objetivo, juegue quien juegue. Es un excelente futbolista, no hay ningún problema entre nosotros y probablemente muy pronto lo veremos jugar otra vez. Lo necesitamos, yo soy el primero que me gusta tener en el campo a los buenos», concluyó.