Ranko Popovic destacó ayer por encima de todo la importancia de los tres puntos sumados ante el Girona. "Me hubiera gustado lograr un triunfo más cómodo y en el futuro espero que sea así, pero estoy satisfecho con el resultado y con la actitud de los jugadores, que nunca perdieron la fe en la remontada y en la victoria. Estoy satisfecho con todo, porque son puntos muy importantes. El Girona también hizo un buen partido", dijo el técnico serbio.

Popovic reconoció que "en algunos momentos hemos tenido suerte" y también que la expulsión de Bigas les había facilitado las cosas. "En la segunda parte entramos bien de nuevo y creo que con once también habríamos remontado, pero estar ellos con diez también ayuda", dijo el preparador. Sobre el arbitraje no quiso opinar, aunque comentó que "a veces quieres decir muchas cosas, pero es mejor callarse. Ellos intentan hacer su trabajo lo mejor posible y nosotros debemos ayudarles, pero siempre hay cosas para quejarse".

El Real Zaragoza sufrió al final del encuentro y el Girona estuvo a punto de empatar. Por eso quizás, Ranko Popovic explicó que "en algunos momentos debemos ser más inteligentes, más listos, y llegar con más tranquilidad al final del partido. Tenemos que mejorar algunas cositas".

LA LABOR DE WHALLEY

Popovic fue cuestionado sobre la actuación de Whalley, que cometió algunos errores, pero el técnico serbio salió en defensa del joven portero. "Yo no veo a Whalley nervioso. Todos fallan. Él necesita mi confianza y la va a tener, como todos. Ha podido tener algún pase malo, pero también dos paradones espectaculares", dijo el técnico serbio.