Ha pasado algo más de un mes, 40 días en concreto, desde que el ya viejo Zaragoza que dirigía Víctor Fernández dijo adiós a la posibilidad de regresar a Primera tras caer el 16 de agosto ante el Elche en un playoff al que llegó a contrapié por las bajas importantes de Luis Suárez y Puado y el tremendo descenso de nivel tras el parón por la pandemia y este sábado el nuevo Zaragoza de Rubén Baraja levanta el telón de la 2020-2021 entre dudas, en la tercera jornada, tras ver aplazados los primeros duelos ante el Girona y el Almería, por el tardío final de su temporada y con Las Palmas como primer enemigo en La Romareda (16.00 horas. Vamos). El equipo zaragocista llega con una pretemporada corta, que empezó el 1 de septiembre, con muchos cambios y demasiadas incertidumbres que deberá ir resolviendo, la primera de todas si el vacío Municipal seguirá siendo tan letal como lo fue en el final del curso pasado, donde de siete partidos, incluida la promoción, perdió seis.

Rubén Baraja se esforzó en la previa del partido en hablar solo de fútbol, del balón y de los tres puntos en juego, aunque todavía resten incógnitas en su plantilla, y en lanzar un mensaje de mirada hacia el futuro, algo inteligente sin duda, porque mirar al pasado y rememorar la tragedia y caer en el victimismo por lo que pudo ser y no fue no sirve ya para nada. En el Zaragoza ya no está Víctor y tampoco jugadores como Luis Suárez, Puado, Guti, Soro o El Yamiq, por citar solo los más vitales de ese equipo que se quedó de nuevo a las puertas de subir y que ha tenido que hacer caja de forma obligada con la venta del canterano al Elche.

Momento de desilusión

Ahora, el proyecto ha cambiado mucho, en el octavo intento por recuperar la élite, el séptimo con la Fundación Zaragoza 2032, demasiados sin duda, lo que da también la impresión de hastío en el zaragocismo, al que se le nota menos ilusionado que otros años, también porque la pandemia sigue sin dejar acudir al fútbol, privando a este deporte de lo más esencial, pero sin olvidar el golpe sufrido el curso pasado, cuando se escapó ese ascenso.

Han llegado ocho futbolistas, Jair, Chavarría, Adrián, Bermejo, Vuckic, Zanimacchia, Narváez y el 'Toro' Fernández, si bien a algunos, a Bermejo, a Zanimacchia o Jair, aún habrá que esperar para verlos en un partido oficial al arrastrar diferentes molestias, la más preocupante sin duda la del central, sin fecha fija de retorno. A Baraja le falta alguna pieza más, un extremo zurdo y quizá un central en función de lo que suceda con Clemente, en el punto de mira del Barcelona para su filial y al que quiere el Logroñés cedido, pero lo vital es que el club resuelva ya la salida de Kagawa, que ha sido dado de baja para que pueda ser inscrito el 'Toro'.

El sello de Rubén

El Zaragoza, con tres amistosos en el camino, ha mostrado pinceladas de lo que quiere Baraja solo en el último, ante el Girona, un bloque basado en el orden, en un 4-2-2, donde una de las alas está ocupada por un centrocampista, que ante Las Palmas volverá a ser Nick Buyla, y con la presión alta y la velocidad tras robo como factores fundamentales. Su Zaragoza tendrá menos el balón y optará por jugar más en largo que el de Víctor, pero al técnico vallisoletano aún le queda trabajo para que su sello sea más perceptible.

Empieza el Zaragoza con dos jornadas menos que la mayoría y con la necesidad de ganar para no hundirse más en la tabla y tener la sensación de lejanía con el resto. No tendrá aún a su gente, y ni se sabe cuándo y cómo será por la pandemia, pero necesita coger tono y sumar victorias pronto. Baraja lo sabe, consciente de la exigencia que implica este club, de Primera por repercusión, historia y peso social y de Segunda en su realidad y sus posibilidades económicas. El 'Pipo' es consciente de que solo le vale subir por muchas limitaciones presupuestarias que tenga, que las tiene, con un límite salarial que va a rondar los seis millones, bastante menor pues que el del año pasado.

El once ante Las Palmas será muy similar al que dispuso Baraja ante el Girona. Chavarría, un lateral, apunta por las bajas al interior zurdo, con Buyla en el derecho y Ros y Eguaras en el doble pivote. Arriba, Juanjo Narváez, quizá la mayor esperanza por lo mostrado hasta ahora, es seguro, con Vuckic o el 'Toro', al que hay que ver y del que no hay dudas de su potencial, como la incógnita en ataque. La defensa es fija, con Vigaray, Atienza, Guitián y Nieto escoltando el marco del indiscutible Cristian.

Mala racha en casa

El conjunto de Pepe Mel es el invitado a este estreno donde el Zaragoza quiere firmar ese borrón y cuenta nueva con respecto a sus malos números caseros tras la pandemia, en la que tanto ha echado de menos a su afición. El equipo canario ha renovado su plantilla, metiendo juventud y energía y ha empezado con un punto de seis posibles, con una derrota en Leganés y el empate ante el Fuenlabrada. En los dos partidos se desfondó al final tras mostrar mucho trabajo en la presión, pero arriba cuenta con calidad, como Robert, Pejiño o Espiau y atrás Mel apunta a tocar la defensa con Aythami y Dani Castellano. No asusta por nombres, en todo caso, el cuadro canario, claro que este Zaragoza está tan entre brumas y dudas que su estreno es toda una incógnita.

Alineaciones probables:

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Vigaray, Atienza, Guitián, Nieto; Nick Buyla, Javi Ros, Eguaras, Chavarría o Adrián; Narváez y "Toro" Fernández o Vuckic.

Las Palmas: Álvaro Valles; Álvaro Lemos, Álex Suárez, Aythami Artiles, Dani Castellano; Sergio Ruiz; Rober, Loiodice, Kirian, Pejiño; y Edu Espiau.

Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité Gallego).

Campo: La Romareda. 16.00 horas. (Vamos)