El Real Zaragoza de Imanol Idiakez arrancó la Liga con una sonrisa en forma de victoria y de buenas sensaciones en un partido que debió cerrar con un resultado más abultado ante un Rayo Majadahonda que fue inocente en la primera mitad y que se afiló más con la salida tras el descanso de Toni Martónez. Antes del intermedio, Pombo, activo y comandando el ataque zaragocista, y Javi Ros, de penalti para completar un buen partido del navarro, habían puesto la diferencia que pudo ser más amplia en la segunda parte para evitar el sufrimiento de los últimos minutos.

El estreno liguero y más ante un debutante como el Rayo Majadahonda siempre tiene muchos peligros escondidos. El Zaragoza los evitó con un buen partido en líneas generales. Es verdad que hay margen de mejora, que hay puntos por fortalecer, varios jugadores por recuperar y hasta un ariete por fichar, pero el estreno fue completo, por el triunfo y por la imagen. Para acabar de redondearlo, La Romareda exhibió que tiene bien sellada la ilusión con la que acabó el curso pasado, por encima del varapalo ante el Numancia. El zaragocismo se hizo notar en el Municipal, con un buen recibimiento al equipo y con una asistencia, para estar a mediados de agosto, con el bañador aún sin recoger, que deja a las claras que el binomio entre la grada y el césped puede ser más que vital en este curso. Esa comunión es absoluta y fundamental.

El Zaragoza, con Buff en la mediapunta y Soro sin la oportunidad que se ganó en este verano, arrancó con lo esperado, con Verdasca de solución de emergencia en el rombo en la medular y con Pombo junto a Marc Gual en ataque. El Rayo Majadahonda, que se estrenaba en la categoría, dispuso un entramado defensivo, con tres centrales y Rafa López por delante para buscar la sorpresa con la calidad de Fede y de Enzo y el plan visitante funcionó de salida salvo por la inocencia arriba de los de Antonio Iriondo.

Al Zaragoza le costó arrancar, jugar con fluidez, porque sufría en la salida de balón con Verdasca, que sí al menos exhibía buen posicionamiento táctico y capacidad en la recuperación. El equipo de Idiakez lanzó sus primeros avisos por medio de Marc Gual y de Buff tras sendas recuperaciones de James Igbekeme y de Javi Ros, que poco a poco iban apareciendo en la medular para firmar un buen partido ambos, sobre todo el navarro.

El paso de los minutos terminó por abrir claras vías de agua en la zaga de un Rayo Majadahonda al que la movilidad de Pombo terminó por descomponer. El canterano, cuyo peso en este equipo crece sin parar, aprovechó un envío de Verdasca tras una jugada de Benito para anotar el primer gol, que rompió por completo al rival. Pombo rozó el segundo en una buena acción de Gual, que demostró que hay buena química entre ambos, mientras que al filo del descanso una gran acción de James, con ruleta y dos recortes, dejó un disparo a Ros que Basilio despejó como pudo y mal para que el balón le cayera al navarro, que fue derribado en el área. El propio Ros transformó el penalti y el Zaragoza dejó el partido muy encarrilado antes del descanso echando mano de una eficacia ante la portería rival que no tendría después.

Iriondo sabía que necesitaba afilar a su equipo para inquietar al Zaragoza y la salida de Toni Martínez para jugar con dos puntas provocó que se abrieran costuras defensivas en el conjunto blanquillo, sobre todo por un eje de la zaga que hasta entonces había estado sobrio. Jeisson y el propio Toni, en una buena parada de Cristian, llevaron peligro al principio del segundo acto, pero entonces el Zaragoza supo detener esa sangría y se fue hacia arriba con fútbol y con argumentos.

Una buena jugada de Marc Gual, un remate claro de Verdasca en un córner y una acción donde Pombo pecó de egoísta con Buff solo demostraron la buena cara ofensiva del Zaragoza, con sus mejores minutos, con Buff apareciendo mucho y bien y con la movilidad de sus dos puntas. Gual, a pase del suizo, se encontró con Basilio y el propio Buff mereció el gol en una acción que se marchó lamiendo el poste.

Aún hubo tiempo para el enésimo desmarque de Pombo y para un córner donde Álex Muñoz también pudo marcar antes de que Idiakez moviera el banquillo con la entrada de Nieto por Verdasca para que Ros fuera el pivote defensivo. Quedaba un cuarto de hora y el triunfo parecía amarrado. Papu entró al campo por un ovacionado Buff y el Zaragoza se descompuso en el tramo final, donde Toni Martínez castigó un mal repligue zaragocista para acortar distancias y para llevar una cierta angustia a la grada que se quedó solo en eso. Un estreno tan completo merecía la victoria. Y llegó.