Un derbi regional siempre tiene mucho de impredecible. Aun más si cabe cuando los rivales son de esta igualada Segunda en la que sufre el Zaragoza por quinta temporada consecutiva y en la que el Huesca coquetea, como la campaña pasada, con la posibilidad del ascenso a Primera. La triste realidad del equipo zaragocista, decimoquinto con 15 puntos, contrasta con un conjunto oscense muy fuerte en su feudo, donde no conoce la derrota, que volverá a zona de promoción si esta noche empata y que estará en ascenso directo si gana en un Alcoraz abarrotado, con más de 5.000 espectadores. El partido es un examen para los dos contendientes, sin duda mayor para el Zaragoza, que necesita volver a la senda perdida en los tristes empates ante Sevilla Atlético y Cultural.

Los precedentes históricos aseguran que el Huesca, como Sociedad Deportiva, no ha ganado al Zaragoza en partido oficial, aunque sí lo logró en 1950 cuando era Unión Deportiva. Pero la historia no juega y por ahí el equipo de Natxo González no puede otorgarse el cartel de favorito, por mucha distancia que separe a ambos clubs en lo que al peso histórico se refiere.

Mientras, el momento señala al Huesca como mejor posicionado para el partido de esta noche, ya que Rubi ha logrado que su equipo sea muy fiable y consistente en este arranque liguero. Tampoco eso es demasiada garantía. Hace nueve meses el Zaragoza de Agné llegaba tocado al Alcoraz ante un Huesca de Anquela lanzado. Ganaron en medio de un gran charco los zaragocistas.

El partido, pese a que la LFP y las televisiones mostraron nula consideración para las dos aficiones situándolo en lunes, tendrá la escenografía de un duelo grande. Casi no quedan entradas pese a ser Día del Club y el ambiente será inmejorable para aumentar la sensación, sobre todo en el Zaragoza, de que el choque puede marcar un antes y un después.

En la entidad zaragocista hace días que observan el duelo con recelo, sabiendo de su importancia y también de la gravedad que tendría un tropiezo duro en feudo azulgrana. Natxo González sabe que su equipo debe reaccionar y volver al paso que mostró en aquella feliz semana de Fiestas del Pilar, con dos victorias ante Numancia y Lorca y un empate lleno de intensidad con Osasuna. Después, el Zaragoza ha echado el freno y necesita volver a ganar. Tiene a seis puntos la promoción y a solo tres el descenso. En una Segunda tan competitiva y que hoy vive su jornada 13 el equipo zaragocista está a tiempo de todo, pero necesita más victorias. Y le cuesta un mundo ganar, ya que solo ha logrado tres triunfos.

Natxo González tiene donde elegir para el once en el que se esperan novedades con respecto al choque ante la Cultural. Es factible el regreso de Ángel al lateral zurdo y Alberto Benito puede volver al costado diestro, aunque ahí Delmás ha cubierto muy bien su ausencia. También parece que volverá Buff como enganche y entre Eguaras y Guti se disputan el papel de pareja de Zapater, con más opciones para el canterano, muy cerca de prolongar su contrato con el Zaragoza. Rubi, por su parte, recupera a Brezancic y a Aguilera y ambos serán titulares. Mientras, la duda está en los carriles, entre Gallar y Ferreiro, porque Vadillo es fijo.