A la espera del anuncio de la renovación con el Valencia que permita que Álex Blanco llegue cedido a La Romareda, un puro formalismo en todo caso, el extremo nacido en Benidorm (16-12-1988) es una apuesta por un futbolista de los de antaño, un jugador con velocidad, desborde y regate, al que por su proyección se le augura un horizonte en Primera y que ahora tiene en el Zaragoza un salto decisivo para su carrera. «Allí van a disfrutar de él, creo que es importante que la gente tenga tranquilidad porque es joven y es su primer equipo como profesional, su debut en una categoría tan complicada como la Segunda, pero creo que los aficionados zaragocistas no habrán visto a un futbolista parecido en muchos años».

La sentencia es de Curro Torres, exjugador y exentrenador en la cantera del Valencia, a la que llegó el jugador tras pasar en alevines por el Alicante y en infantiles por el Kelme. En el cadete valencianista su entrenador fue el exlateral. «Lo tuve año y medio, casi dos temporadas, antes de que se fuera a la cantera del Barcelona. Cuando lo cogí era un niño más endeble, le faltaba ese punto de madurez física, porque fue de crecimiento más tardío, pero cuando lo logró comenzó a coger más fuerza y técnicamente ya era muy bueno», señala uno de los laterales históricos del Valencia, que añade: «Para mí es de los futbolistas más diferenciales que he podido tener. Con muy buen desborde y uno contra uno, es rápido y tiene gol. Es muy completo, la verdad».

Ese salto a La Masia llegó en el 2014 y Diego Ribera, exjugador del Valencia y ahora segundo de Sergio González en el Valladolid, fue el encargado de que Álex tomara rumbo hacia el Barcelona, ya que por entonces trabajaba para el club azulgrana en captación para la zona de Alicante y Valencia. «Acababa en el cadete y yo le llevé a juveniles allí. No les tuve que insistir mucho, porque en el Barcelona me hacían bastante caso con las apuestas y fichamos a dos o tres jugadores de la zona. La conexión entre Valencia y Barcelona siempre es muy buena», recuerda.

No tuvo suerte Álex Blanco en sus dos años en Can Barça y tuvo que regresar a Paterna con la sensación de que no se consideraron bien sus virtudes. «Si le dan minutos y oportunidades estoy convencido de que la va a romper y el Zaragoza es uno de esos sitios donde puede encontrar el momento para explotar», dice Ribera, que como delantero no logró triunfar en el Valencia pese a que en la hemeroteca aún consta que fue el más joven en debutar con esa camiseta, con 16 años.

«Álex ha evolucionado muy bien y sobre todo se ha hecho más versátil, ya que cuando le conocí era un extremo izquierdo más puro. En el filial del Valencia ha tenido muy buenos partidos entrando desde el carril derecho», indica el segundo entrenador del Valladolid, que mantiene una estrecha relación con el padre del que será nuevo jugador del Zaragoza, Tito, exsecretario técnico del Levante.

Muy polivalente

«Es de lo que no hay apenas ahora, con desborde, encarador y con buen centro. Un futbolista difícil de encontrar. Al jugar por la derecha, cuando recorta hacia dentro tiene la posibilidad de disparar con su pierna buena. Si juega en banda izquierda es más un centrador», asevera Ribera, para después no dudar con el futbolista: «Le veo potencial para Primera, le tengo mucha confianza. Es que a nivel defensivo va también bien hacia abajo, con recorrido. Ese potencial que le veo es porque puede jugar en muchas posiciones, en las dos bandas, en la mediapunta y también tiene trabajo para en alguna situación jugar de carrilero en una defensa de cinco», concluye.

Álex Blanco, que ha sido internacional sub-17 y sub-19, comenzó la temporada pasada siendo fijo en el Mestalla en cualquiera de las dos bandas y con cinco goles en 21 jornadas que le abrieron la puerta a su debut en el Valencia de Marcelino en La Romareda ante el Ebro y a que ya tuviera varios clubs en enero interesados en su cesión. Se la llevó el Alavés, aunque tuvo un protagonismo testimonial, probablemente porque el salto a la élite le vino aún grande. El Zaragoza intentó ese préstamo en invierno y también otros equipos de Segunda: «Pedimos su cesión estando yo en el Córdoba y finalmente se fue al Alavés. Yo le tengo mucha fe, creo que puede llegar muy lejos», augura Curro Torres, ahora sin equipo tras su despido en febrero del conjunto cordobesista.