Tampoco decidió este jueves el Comité de Competición sobre la propuesta de LaLiga para que el Elche sea sexto y se mida al Zaragoza y se declare suspendido por causas de fuerza mayor el Deportivo-Fuenlabrada. Sí se conoció que el instructor iba a retomar este viernes las declaraciones del Fuenlabrada (presidente, entrenador, médico, el futbolista Hugo Fraile y su agente), pero al final fueron de nuevo aplazadas, esta vez por el posible viaje de los que ya hayan superado la cuarentena en La Coruña, confirmando que ese expediente, con los recursos presentados, va a ser un largo trámite. Este viernes se espera que se apruebe al menos la cautelar que permita la disputa de los 'playoffs'. De hecho, el instructor propuso este jueves esa cautelar a Competición, con la derrota del Fuenlabrada ante el Deportivo y, si el comité la acepta, como suele ser habitual, la promoción ya tendría vía libre.

La idea de LaLiga y la Federación sigue siendo jugar por todos los medios, concentrando a los 4 equipos si fuera necesario en sus respectivas ciudades, ya sea en hoteles o si se puede en la Ciudad Deportiva, que en el caso del Zaragoza es imposible en esas instalaciones, sin descartar que al final se dé un formato exprés en una sede neutral, una opción que cobra fuerza y que está en estudio. Ese 'playoff' exprés sería con tres partidos, dos semifinales y una final, aunque por el momento la idea es mantener el formato actual, con dos eliminatorias (Zaragoza-Elche y Almería-Girona) a ida y vuelta y con el equipo zaragocista teniendo el segundo partido también en la final en su feudo, además que la tercera plaza le supone pasar en caso de igualdad absoluta, ya que no hay penaltis.

Pero el tiempo no es mucho y LaLiga, por los positivos en el Almería y el Zaragoza, está obligada a tener todo el escenario planteado para acabar. Por eso también se concentró en cinco semanas las 11 jornadas anteriores, para dejar tiempo suficiente después en caso de contratiempos en forma de positivos por una mayor incidencia de la pandemia. Además, el horizonte está puesto en el 16 de agosto como fecha tope porque se quiere empezar la Liga 20-21 el 12 de septiembre, si bien eso podría retrasarse y seguro que lo hará en los equipos europeos y en los de la promoción. La UEFA pidió a sus federaciones que el 16 de agosto debían resolverse las competiciones.

La decisión firme es, pues, jugar ¿Y sí no se logra? En LaLiga se establece desde el 2011 que el 'playoff' de Segunda se disputa entre cuatro equipos y que en caso de empate pasa a la siguiente ronda el equipo con mejor clasificación, que es el Zaragoza, que acabó tercero. También conviene recordar que hay varios recursos ante Competición que piden la anulación de la última jornada al no haberse jugado la misma en los partidos donde había objetivos deportivos en disputa con el mismo horario. Dicho comité ya se declaró no competente para decidir de ese tema y abrió un expediente disciplinario que es el que está en curso. Con la anulación de esa jornada, el Zaragoza, en la 41ª, era quinto y el tercero era el Almería.

Además, en el Reglamento General se habla de ofrecer vacantes a equipos descendidos deportivamente, aunque son los casos de descensos deportivos o económicos, lo que favorecería al Leganés, el último club que descendió a Segunda, pero aquí la situación es distinta porque hace falta un ascenso, el que tiene que llegar por 'playoff'. Con todo, ninguna vía está descartada de antemano.

Sin norma alguna

LaLiga no fijó en la vuelta del fútbol norma alguna en caso de suspensión y los llamados Pactos de Viana, en donde la patronal de los clubs, la Federación y el CSD impulsaron ese regreso y fijaron una Comisión de Seguimiento, han saltado por el momento por los aires después de los reproches del CSD a LaLiga.

En el reglamento, las propuestas de suspensión y de cómo finaliza la competición en Primera y Segunda corresponden a la LFP, requiriéndose el previo acuerdo de la RFEF. Así se designa una comisión, integrada por el secretario general de ambas y los jefes de competiciones para tomar la decisión. En caso de desacuerdo, será el presidente de la RFEF (Luis Rubiales está en pleno proceso electoral), o el órgano en quien este delegue, el que decida, aunque ese órgano no sería la UEFA.