El partido ante el Alcorcón fue el más completo en casa de la temporada, la victoria más cómoda ante la afición y, en buena lógica, el manual de cualquier entrenador habla de no tocar lo que funciona bien. Y Paco Herrera va a tratar de respetarlo al máximo posible. De hecho, el técnico está pendiente de David Cortés, que sufrió una entesopatía en el músculo adductor largo en el choque ante el cuadro madrileño para ver si puede repetir equipo. Si Cortés puede jugar, el once de inicio será el mismo ante el Hércules. Si no, Fernández ocupará su lugar en el lateral derecho. El resto, los mismos.

Cortés aseguró ayer al entrenador y a todo el que le quiso escuchar que se encontraba bien, que iba a llegar al partido ante el Hércules, su exequipo. El defensa, que desde que llegó ha hecho gala de una gran profesionalidad, quiere jugar, pero los servicios médicos, los recuperadores y el propio entrenador son los que van con más cautela. La decisión final se tomará entre hoy y mañana, pero el técnico es más pesimista que optimista, aunque aún queda tiempo para el partido del domingo y eso le da opciones de llegar. Cortés hizo ayer trabajo de gimnasio, carrera continua y estuvo después a las órdenes del preparador físico Andrés Ubieto. Hoy subirá el nivel de exigencia para ver cómo se encuentra.

Si al final el lateral no llega a tiempo será Fernández su sustituto. El cordobés jugó su último partido en Eibar por la sanción de Cortés. La otra opción era la de ubicar en el lateral a Laguardia, como sucedió en el tramo final del choque ante el Alcorcón, pero entonces Fernández no había sido citado y ahora el técnico es partidario de cambiar pieza por pieza. Así, el Zaragoza formará el domingo con Leo Franco, Cortés o Fernández, Álvaro, Arzo, Rico; Paglialunga, Acevedo, Barquero, Luis García; Montañés y Roger. El chileno Henríquez está recuperado de los efectos de su gripe, pero esperará turno en el banquillo.