Ángel Martín González, director deportivo del Real Zaragoza, cerró ayer la presentación de Carlos Diogo y Leandro Cabrera con un deseo. "Los uruguayos, por la experiencia que tengo, tienen un carácter especial y espero que los dos se lo transmitan al resto del grupo". Intensidad y oficio se les presupone a los charrúas, virtudes que nunca están de más, y menos en Segunda División. Virtudes, además, de las que careció la temporada pasada el Real Zaragoza. Diogo y Cabrera, presentados ayer por Martín González y Carlos Iribarren, comparten nacionalidad, ciudad natal (Montevideo), carácter y también circunstancias: no han hecho pretemporada.

Pero ambos dicen también estar preparados físicamente. "Solo me falta ritmo de juego", puntualizó Diogo. Aunque, a sus 31 años y tras su lesión de rodilla, parece difícil que el uruguayo recupere su mejor versión. "Ojalá. Yo soy el primero que lo quiero. Estoy dispuesto y fuerte de cabeza", dijo.

En una plantilla casi nueva, el lateral, que ya estuvo en Zaragoza del 2006 al 2011, hará las veces de anfitrión pese a ser un recién llegado. "He estado seis años en el club. Ahora han cambiado un poco las cosas, pero siempre intentaré que los compañeros sepan cómo es el club y cómo es la afición", comentó ayer. Diogo realizó una gran primera temporada en Zaragoza, cuando llegó cedido del Madrid, pero su rendimiento se fue resintiendo con los años. Sobre todo tras la lesión que le mantuvo más de un año y medio sin jugar. El defensa habló ayer en la rueda de prensa de lo bien que ha estado siempre en el club.

"Han surgido varias propuestas, pero me siento muy a gusto aquí. Yo nunca me quise ir del club, pero lamentablemente eso el 80% de la gente no lo sabe. Mi problema fue por terceros. Estoy contento por volver a jugar aquí", zanjó Diogo, que tras dejar Zaragoza estuvo en el CSKA Sofia, el Huesca y el Gent, club que abandonó en febrero.

Por su parte, Cabrera, de 23 años y que jugó la temporada pasada en el descendido Real Madrid Castilla tras desvincularse del Atlético de Madrid, ya estuvo a punto de recalar en Zaragoza el año pasado, pero sus pretensiones económicas impidieron que se realizara el fichaje.

Central y lateral

"Hubo contactos, pero no pudimos llegar a un acuerdo", reconoció ayer. Ahora, esta vez sí, llega al Zaragoza y lo hace con el objetivo de explotar definitivamente. "Los últimos años vengo jugando asiduamente, pero este es el año en que tengo que destacar. Todos tenemos que dar un paso al frente", afirmó el uruguayo, que ha jugado más de 30 partidos en las últimas tres campañas en el Castilla, el Hércules y el Numancia. En los dos últimos casos y también en el Recreativo, estuvo cedido por el Atlético de Madrid.

En este sentido, Cabrera, central o lateral en caso de necesidad, agradece que el Zaragoza haya confiado en él a largo plazo. "Una de las cosas buenas que me está dando el Zaragoza es la estabilidad", explicó, tras detallar qué le llevo a elegir al club aragonés. "El plan de futuro, cómo se están organizando las cosas. Y, aparte, el Zaragoza es un club histórico que, momentáneamente, está en Segunda. Hay que intentar devolverlo adonde tiene que estar", dijo el defensa, al que Martín González definió como un jugador "contundente, agresivo, espectacular de cabeza".