Después de superar la década de vida y de encontrarse en su mejor momento en cuanto a participación y ambiente, se puede afirmar con la boca grande que el Torneo San Jorge es un referente del fútbol base aragonés y una fecha marcada en el calendario que cada año se consolida y da pasos más firmes.

Ayer se celebró en los ocho campos de la Ciudad Deportiva la undécima edición del torneo con 1.700 niños que disfrutaron de un ambiente festivo y en el que se respiraba fútbol a todas horas del día. Para los puristas, un lujo. Para los más pequeños y sus equipos, lo mismo. Participaron 120 conjuntos convenidos y cuatro de ellos consiguieron levantar el trofeo que les acredita como vencedores tras una jornada repleta de encuentros, tantos como 146.

El Stadium Venecia se impuso en una emocionante final en la categoría de Benjamín 2009 al Actur Pablo Iglesias (2-1), el Casablanca venció 4-1 al Montecarlo en Benjamín 2010 y en categoría Alevín ganó el Real Zaragoza en las finales a El Olivar (0-3) en la de chicos del año 2008 y al San José (0-6) en la de nacidos en el 2007.

Más allá de los ganadores, que el torneo se supere cada año y que sea una jornada alegre y repleta de buen fútbol supone un motivo de orgullo para el Zaragoza. «Es un torneo que tiene un arraigo y una solera y en el que todo el club se vuelca», comenta Pedro Suñén, director de la competición.

De hecho, añade, «todos los técnicos, jardineros y trabajadores de la Ciudad Deportiva están desde las 8 de la mañana hasta las 9 o 10 de la noche colaborando». Todo sea porque salga todo a pedir de boca. Pero no solo ellos se vuelcan con la organización, ya que también hay visitas muy especiales. «Los jugadores del primer equipo tratan de pasarse por el torneo, sobre todo los que han sido canteranos. Hay alguno de ellos que lo ha disputado, como es el caso de Soro», comenta Suñén.

El propio ejeano y Lasure estuvieron por la mañana fotografiándose con los pequeños y viendo partidos. Por la tarde fue el turno del capitán Zapater, que fue uno de los encargados de entregar los trofeos, de la directiva del conjunto aragonés y de Óscar Fle, presidente de la Federación Aragonesa de Fútbol.

El objetivo de la jornada, que se cumplió con creces, «es hacer una gran fiesta fútbol base aragonés y del Real Zaragoza» y, para el director del torneo, es una enorme satisfacción «ver las caras a los pequeños y lo que disfrutan». «Todos los clubs convenidos tienen la posibilidad de jugar en los campos donde entrenan sus ídolos», explica.

Por supuesto, también para el club y para la dirección de la Ciudad Deportiva «es una gran satisfacción que sumemos once ediciones y que hayamos crecido desde los 76 equipos que empezaron a los 120 que somos ahora». «Es un orgullo ver a los chicos que vienen, cómo lo viven y cómo lo disfrutan; y también da muy buenas vibraciones ver que los entrenadores asumen el tipo de torneo que es, que aparte de la calidad futbolística que están demostrando los equipos hay una deportividad tremenda, que juegan todos los chicos y que los entrenadores hacen que todos lo disfruten», concluye el director del torneo.