No hay dudas. El partido más bonito del año, esa final de la Copa del Rey del próximo miércoles en la que el Zaragoza pone en juego la posibilidad de lograr la Sexta , llega en el mejor momento de la temporada, tras tres victorias y un empate en el Bernabéu como bagaje en la Liga y la sensación dejada en el campo madridista de que este equipo tiene condiciones para hacer doblar la rodilla a los Galácticos en Montjuïc. Además, como el relumbrón del equipo blanco, que salvo sorpresa no contará con Ronaldo, es tan notorio, no hay ningún inconveniente en la plantilla zaragocista --al menos en la gran mayoría de ella-- en pasarles la presión, otorgándoles el papel de favoritos al título. Un papel, por cierto, que vale de muy poco antes de un partido con tan incierto pronóstico como una final.

"Es el mejor momento de la temporada, con una racha importante por detrás. El equipo está con mucha más confianza, más seguro de sus posibilidades. Esperemos que eso se refleje el miércoles", dijo ayer Delio Toledo, autor del único gol zaragocista en el coliseo blanco y que sirvió para sellar la igualada. Sus palabras las comparten sus compañeros, como por ejemplo Cuartero: "El equipo reivindicó en el Santiago Bernabéu la línea positiva en la que se encuentra y eso sirve para que seamos conscientes de las posibilidades que tenemos de ganar. Llegamos a la final de la Copa en muy buen momento".

MAXIMA TENSION También hay unanimidad en que el partido del sábado no va a tener nada que ver con el de Montjuïc, aunque, como aseguró Ponzio: "Tenemos que estar igual de concentrados que en los dos encuentros de Liga contra el Madrid para poder aspirar al título". Esos dos choques ligueros, resueltos con sendos empates, marcan la pauta, pero sólo eso. "Contra el Madrid hay que mejorarlo todo. No tenemos que tener ni una fisura y hay que jugar al 110% si queremos llevarnos la Copa", sentenció Movilla.

El centrocampista madrileño fue uno de los más claros al otorgar esa condición de favorito a un equipo al que le gusta enfrentarse --"Siempre agrada que te silben en el Bernabéu", señala-- y que tiene muy buenos jugadores. "La final no está igualada, porque la experiencia de muchos de sus futbolistas es mayor que la nuestra. Ellos sin lugar a dudas son los favoritos, pero nosotros en confianza estamos viviendo nuestro mejor momento y vamos a dar mucha guerra", aseveró.

En esa condición de favoritismo coincidieron también Drulic, Savio o Alvaro --Toledo y Cuartero, por el contrario, hablaron de una final al 50%--. El central brasileño, baja en el Bernabéu por sanción y que volverá a hacer guardia junto a Milito en el eje de la zaga en Montjuïc, fue el más gráfico de todos a la hora de describir los pronósticos. "El Madrid es el grande y vamos allí como David contra Golliath, a luchar a ver si podemos dar una alegría a la afición. Es notoria la mejoría del equipo en los últimos partidos. Siempre digo que la mejor vitamina para el cansancio, para la motivación, para la confianza es la victoria. El fútbol es ganar y ganar. Lo demás son tonterías", afirmó.

RONALDO, BAJA CASI SEGURA Con esa confianza al máximo y con la sensación que dejaron el sábado de que están en condiciones de batir al Real Madrid, los jugadores zaragocistas partirán hoy con destino a la gloria, con una concentración de un día en Perelada como punto de partida. "No todos los años se puede jugar una final y además con el Real Madrid como enemigo. Ojalá podamos traer esa Copa a Zaragoza, nuestra ilusión es máxima", recalcó Toledo.

Y hay otro punto más a tener en cuenta: todo apunta a que otra vez no estará Ronaldo y es un futbolista demasiado decisivo para obviar ese dato. "Un jugador que lleva 22 goles en la Liga siempre lo van a echar en falta", dijo David Villa, cuando abandonaba la Ciudad Deportiva. En su mirada, y en la de muchos de sus compañeros, se adivinaba la determinación y la confianza de lograr un título, la sexta Copa del Rey zaragocista, con el que todos ya han soñado muchas veces. Ahora falta que ese sueño se convierta en realidad.