Benito Floro llegó con cara de muy pocos amigos a su conferencia de prensa. "Fue un partido muy raro. Jugamos francamente mal, fatal, y el rival, muy bien", se limitó a decir. Pero en su gesto se reflejaba algo más que el enfado por la derrota. Había presentado su dimisión minutos antes, en los vestuarios de La Romareda, ante el presidente del Villarreal, Fernando Roig, que no dudó demasiado en aceptarla. En el viaje de regreso, cuando el autobús del conjunto levantino paró a cenar, se lo comunició a sus jugadores y hoy el club empezará a buscarle un sustituto, aunque anoche todavía no se sabía quién iba a dirigir el entrenamiento de hoy (16.00 horas) y no se puede olvidar que el equipo castellonense tiene cita europea en la UEFA el jueves frente al Galatasaray.

Los conflictos con una parte del vestuario terminaron por dinamitar la confianza de Benito Floro, que por lo demás estaba firmando una temporada más que aceptable, ya que el Villarreal es el octavo en la Liga, rozando la zona europea, y se dispone a disputar los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA.

VICTOR, SATISFECHO Ajeno a esa polémica, Víctor Muñoz, por cierto extécnico del Villarreal, llegó mucho más satisfecho a la sala de prensa tras la goleada del Zaragoza. "Se ha visto a un Zaragoza concentrado, mentalizado y con determinación. Fuimos muy superiores al Villarreal", señaló el técnico, que quiso darle a la goleada su justo valor: "Sigo pensando que se va a sufrir hasta el final. Hay más equipos implicados en la lucha y el que sume tres o cuatro triunfos consecutivos saldrá, pero eso no es fácil".

El entrenador zaragozano reconoció que vio el partido sentenciado con el 3-0 que reflejaba el marcador en el descanso, "pero en los segundos 45 minutos hubo todo tipo de alternativas". Protestó el penalti de Milito sobre Ballesteros que supuso el 3-1, "porque yo no lo hubiera pitado. El fútbol es un deporte de contacto, algo que siempre va a existir y que los árbitros deben tener en cuenta", pero se congratuló de la reacción que tuvieron sus jugadores en el tramo final, con un marcador más apretado y con igualdad numérica. "Se vio entonces un equipo maduro, convencido y sabiendo lo que tenía que hacer. Doy mucho valor a esos minutos que acabaron con el cuarto gol, que fue magnífico", apostilló.

ELOGIOS A CANI Víctor se quejó de la expulsión de Cuartero y de la amarilla que vio Leo Ponzio --ambos son baja por sanción ante el Valladolid--, ya que "como iba el resultado, no tenían que haber sucedido esas dos acciones" y se congratuló por el buen momento de Cani en los últimos encuentros: "Tiene madera y debe demostrarlo día a día, porque cada partido es un test para él. Tuvo una buena actuación ante el Betis y la ha repetido esta tarde. Ahí, sobre el césped, es donde se demuestran los grandes jugadores".

Puestos a ver algún defecto a la goleada del Zaragoza ante el Villarreal, el técnico del conjunto aragonés destacó dos aspectos: "Nos ha faltado más pausa con el marcador a favor y tener más el balón, pero estamos muy felices con la victoria". Esa alegría debe tener una continuidad en Valladolid la próxima semana, ya que al conjunto aragonés todavía le restan muchos pasos que dar para sellar la permanencia en Primera División de forma matemática. "Ya estamos pensando en el partido del próximo sábado, que supone otra prueba de madurez para este equipo. Ahora tenemos más confianza y a ver si sumamos otros tres puntos frente al Valladolid", concluyó.