El discurso de Ranko Popovic sobre la portería siempre fue el mismo desde que llegó, aludiendo a su confianza en los tres porteros que tiene, metiendo en la terna también a Alcolea, si bien la decisión atañe a dos, Whalley y Bono. En el primer partido con el preparador serbio, ante la Ponferradina, resolvió la incógnita manteniendo bajo palos a Whalley, que había sido indiscutible para Víctor. Sin embargo, la interrogante se mantiene en la portería, donde Whalley no estuvo fino en ese partido, mostrando nervios en algunas de sus acciones y el propio entrenador aseguró que iba a hablar con él esta semana, donde puede decidirse a dar ese paso del relevo bajo los palos.

La portería se ha convertido en un foco de permanente de debate en el Zaragoza desde el verano: la apuesta de Víctor Muñoz por Whalley, la frustrada llegada del veterano Toño, que acabó en el Rayo, la cesión de Bono por parte del Atlético, el cruce de intereses entre el club rojiblanco, que quiere que su portero juegue, y el entrenador aragonés, que mantuvo inalterada su decisión de darle la titularidad al meta zaragozano con pasaporte británico, que está en el punto de mira del Everton, y de otros clubs ingleses, una fuente de ingresos que el club espera como factible...

Son demasiados intereses creados en torno a una posición, la portería, que siempre supone un planteamiento de mayor estudio para el relevo. Además, Whalley empezó la temporada a un nivel enorme, con grandes partidos y actuaciones destacadas, pero su línea ha sido descendente en los últimos encuentros, con algunos errores claros y, ante la Ponferradina, empezó a dar muestras de que tanta exposición, tanto debate en torno a un portero joven, de recién estrenada internacionalidad sub-21, le puede estar pesando. Se mostró más nervioso que de costumbre, ya que una de sus principales cualidades es el aplomo y la calma bajo palos.

Popovic vuelve a tener todas las cartas sobre la mesa, también la importancia de que la oferta del Everton por Whalley, de dos millones, pueda tener una plasmación real, ahora o más probablemente en junio. El club necesita ese dinero y siempre se negocia con más argumentos en una posición de titularidad. Pero el Atlético cedió a Bono para que ganara en experiencia en Segunda y aún no ha tenido un solo minuto. Además, la expulsión de Marruecos de la Copa de África, que iba a suponer que Bono se perdiera mes y medio, quitó un condicionante a ese relevo, pero Víctor mantuvo a Whalley y Popovic empezó con el canterano.

Bono es más veterano que Whalley (23 años por 20), es internacional marroquí y su hora ya puede llegar en Albacete, toda vez que Popovic aplicó en su debut la lógica de mantener al portero que venía jugando. Si la actuación de Whalley hubiera estado en consonancia a las del principio de Liga no habría debate, pero lo hay. Y la mejor prueba es que el club protege de las declaraciones a los dos porteros para no alimentar aún más la polémica. Si eso es posible, claro...