No hace mucho, al Zaragoza le dolía La Romareda. El conjunto aragonés era un local mediocre que dejaba escapar en casa lo que conseguía cosechar fuera. Eso ha cambiado. Ahora, el estadio municipal lleva camino de convertirse en un feudo inexpugnable en el que, además, marcar un gol comienza a ser una misión harto difícil. Tres victorias consecutivas en las que se han anotado cinco goles y no se ha encajado ninguno advierten de la fortaleza adquirida por el Zaragoza al abrigo de un hogar en el que comienza a encontrarse, al fin, bien a gusto. De hecho, ya es el sexto mejor local de la categoría.

Se diría que el equipo de Víctor es favorito ante un Fuenlabrada que se ha desinflado con el nuevo año, en el que todavía no conoce la victoria. Llega el cuadro madrileño tras sumar apenas diez de los últimos 30 puntos en disputa y de sufrir dos derrotas consecutivas ante Girona y Sporting que le han descolgado, por primera vez en la temporada, de las posiciones de playoff. Así que el Zaragoza persigue imponer la ley del más fuerte con una victoria que aumentaría el valor del empate cosechado hace una semana en Cádiz. Allí, el conjunto aragonés volvió a dejar impronta de equipo poderoso, robusto y capaz, características que debe repetir cada quince días en La Romareda, donde cualquier escape de aquí al final sería de alto riesgo.

Además, el triunfo permitiría a los aragoneses alcanzar al Aolmería en la segunda plaza tras la derrota de los de Guti ante el Racing, aunque solo una goleada de escándalo le auparía a puestos de ascenso ya que el conjunto andaluz tiene mejor average.

Víctor afronta el duelo sin Javi Ros, con el que ya no podrá contar en toda la temporada. No era fijo en las alineaciones, pero el compromiso y capacidad de sacrificio del tudelano sí eran indiscutibles. Así que su pérdida supone el enésimo revés serio para el técnico, que, de forma inteligente, apremió a la dirección deportiva a reforzar la medular antes del final del mercado por si, como así se ha confirmado, la ausencia de Ros se prolongaba más de lo previsto. Dani Torres, su sustituto, se antoja titular cuando adquiera el ritmo necesario después de permanecer prácticamente inédito desde septiembre.

El Yamiq sigue en el once, Atienza, suplente

Más probable es que el otro fichaje invernal, el central marroquí Jawad El Yamiq, pueda estrenar titularidad en casa tras haber debutado el pasado domingo en el Carranza debido a la lesión de Atienza en el calentamiento. De hecho, lo más probable es que sea el cordobés el que se quede en el banquillo para no arriesgar tras el leve esguince que sufrió y que le hizo estar al margen del grupo hasta el jueces. Así, El Yamiq y Guitián repetirían como en Cádiz dupla en el eje.

En realidad, esa es una de las pocas dudas que ofrece la alineación inicial del Zaragoza. El resto, como casi siempre, está claro. Cristian, que acumula 240 minutos imbatido en casa, estará escudado por Vigaray y Nieto en los laterales. Eguaras y Guti son fijos en una medular que, previsiblemente, completará Álex Blanco en lugar de James, que no ha entrenado en toda la semana debido a unas misteriosas molestias. Soro, otro indiscutible, seguirá en la derecha, con Puado en la mediapunta y Suárez arriba del todo.

La entrada del levantino responde a la intención de Víctor de dotar al equipo de más profundidad para tratar de penetrar en el entramado defensivo que dispondrá el Fuenlabrada, un equipo intenso, físico y poderoso que buscará el éxito a través del refugio y la solidaridad.

Los madrileños pierden por sanción a una pieza básica, Cristóbal, pero, además, Mere también deberá suplir la baja del capitán Juanma en el centro de la zaga, lo que permitirá la vuelta al once de Chico Flores. También lo podría hacer en el lateral Iribas tras cumplir un encuentro de sanción. Por molestias tampoco pudieron viajar Pathe Ciss e Ibán Salvador, pero el Fuenlabrada promete guerra. Claro que el Zaragoza se ha especializado en ganar a la fuerza.