Aunque ya se entrena a las órdenes de Víctor Fernández desde el viernes, Carlos Vigaray vivió ayer su puesta de largo como nuevo jugador zaragocista. Primero le presentó el director deportivo, Lalo Arantegui, como un jugador «preferentemente para el lateral derecho, aunque también puede desempeñarse como central», al tiempo que le agradeció su predisposición desde el primer momento para fichar por el Real Zaragoza, algo que ha hecho para las próximas cuatro temporadas. Después compareció ante unos 150 aficionados, la mayoría menores, casi todos con la camiseta del equipo, para dar los primeros toques con su nueva equipación. El defensa, de 24 años, estuvo siempre arropado por su familia, con quien aprovechó para hacerse unas fotos en la que va a ser su nueva casa.

Las buenas referencias de Víctor Fernández y Víctor Laguardia le convencieron para dejar el Alavés, la Primera División, y embarcarse con el Real Zaragoza en Segunda, donde no ha jugado hasta ahora. La acogida de su nuevo equipo ha sido buena y Vigaray no ve el momento de que eche a rodar el balón para «aportar su granito de arena» al proyecto del ascenso. Ilusión y ganas de empezar fueron dos de los conceptos más repetidos en su presentación a los medios.

El madrileño empezó explicando cómo se fraguó su fichaje. «Es verdad que me llamó el director deportivo, Lalo, también el míster, y me dieron una buena versión del Zaragoza. Tiene un buen proyecto para subir a Primera, es un equipo mítico, tiene mucha historia y es una ciudad importante donde se vive con mucho ambiente el fútbol. Me decanté por el Zaragoza para sentirme jugador de fútbol también», explicó el defensa, que reconoció como fundamental la conversación mantenida con Víctor Fernández. «Es un entrenador muy bueno, tuvo buenas palabras hacia mí, es mutuo, aquí ha hecho historia. Mantuvimos una conversación que me convenció para venir», indicó.

Por si le quedaba alguna duda, otro zaragocista le ofreció más argumentos para elegir vestir la camiseta blanquilla. «Estuve con Laguardia hablando sobre el tema del Zaragoza en cuanto supe que había interés. Él siempre me ha dado buenas referencias tanto de la ciudad como del club, de la Ciudad Deportiva, y la verdad es que ha sido otra opinión que me sirvió para convencerme y venir aquí», relató el jugador.

En su primer contacto con la Ciudad Deportiva no fue todo nuevo. Carlos Vigaray se encontró una cara conocida, Álex Blanco. «Estuve con Álex media temporada en el Alavés y siempre es bueno tener gente que conoces para tener ese feeling, pero la adaptación aquí ha sido buena, los compañeros son muy buenos y me han acogido muy rápido y sobre todo el club me está dando muchas facilidades y estoy muy contento de estar aquí». Más allá de conocidos o desconocidos, el lateral alabó la plantilla que está confeccionando el Real Zaragoza. «Creo que hay buen grupo, que es lo importante, hay buenos jugadores, hay buen míster y lo más importante es que la afición va a apretar mucho. Creo que hay un buen proyecto para aspirar a Primera», aseguró.

Víctor Fernández no solo le convenció en persona sino que, en su primera comparecencia del nuevo curso, se deshizo en elogios hacia el que todavía no sabía si iba a ser su nuevo jugador. Vigaray agradeció sus palabras y aceptó el reto de ser un jugador importante en los esquemas del técnico zaragozano. «Es de agradecer que el míster hable así de mí, asumo ese papel de jugador importante, vengo con muchas ganas, mucha ilusión y sobre todo mucha humildad también. Esperando que empiece la temporada para aportar al equipo mi granito de arena para conseguir ese ascenso esperado». El jugador también quedó satisfecho con la definición que Víctor hizo de su juego. «Es una definición buena, soy un defensa que primero me dedico a defender y cuando me tengo que incorporar, me incorporo sin problemas. Espero aportar lo que el míster me pida y esperando con muchas ganas que empiece, estoy deseando». Vigaray es el quinto fichaje del equipo aragonés después de los de Bikoro, Luis Suárez, Atienza y Álex Blanco. El club todavía busca un delantero y un pivote defensivo.