El penalti transformado por Tejero en Fuenlabrada y los tres sabrosos puntos sumados por el Zaragoza en tierras madrileñas han reducido notablemente la habitual dosis de congoja que viene acompañando a cada partido del equipo aragonés durante la práctica totalidad de la temporada. El respiro llega avalado por los cuatro puntos de distancia respecto a un descenso que ha dado medio paso atrás en su acecho y por la supuesta dosis de confianza que aquella victoria debería otorgar a un equipo que no anda sobrado de nada. Tampoco de autoestima. Pero, ya lo avisó JIM en la rueda de prensa previa al partido de esta tarde, el que quiera relax que vaya buscando reserva en un balneario. El Zaragoza todavía no está para zapatillas de baño y albornoz. La calma aún no es una opción.

Sobre todo, porque llega a La Romareda un Almería (16.00 horas) herido que apura sus opciones de prolongar el asedio a las dos primeras plazas que conducen directamente a la gloria. Una victoria en los cinco últimos partidos y una distancia de cinco puntos respecto al segundo obligan a los andaluces a apretar puños y dientes en tierras aragonesas, donde, sin embargo, el Zaragoza se está mostrando fuerte desde que JIM se hizo con las riendas. El equipo aragonés es el segundo mejor local de la categoría y el equipo menos goleado en casa con el alicantino al mando, a pesar del tropiezo ante el Cartagena (empate sin goles) y de la derrota por la mínima ante otro rival directo, el Alcorcón. Los otros cinco encuentros disputados en el estadio municipal se han saldado con pleno de victorias de un Zaragoza que, al fin, se encuentra cómodo en casa.

En esa solvencia en su feudo se refugia un cuadro blanquillo consciente de que un triunfo frente al Almería supondría dar un paso de gigante en su raquítica aspiración de escapar de la quema. Para ello deberá mostrar, eso sí, una versión superior a la ofrecida el pasado lunes en el Fernando Torres, donde salió airoso de veinte minutos iniciales desastrosos en los que Cristian, al detener un penalti, y la nula puntería del Fuenlabrada evitaron una derrota segura a tenor de la fragilidad exhibida por el Zaragoza cuando recibe el primer golpe. Luego, el penalti inventado por Azón y transformado por Tejero le concedió un triunfo bañado en oro

No está claro, en todo caso, que JIM mantenga su máxima de no cambiar cosas después de una victoria. Sobre todo, porque la conseguida en Fuenlabrada se fraguó, principalmente, en los cambios realizados por el técnico y la entrada al campo de Francho en lugar de Eguaras y de Azón. Los dos canteranos tienen muchas opciones de volver a la titularidad. En el caso del delantero, por primera vez en Liga con JIM y cuatro meses después de su última foto. Si juega dejará en evidencia el trabajo de la anterior dirección deportiva en la elección de delanteros (Toro y Vuckic) y de la actual (Álex Alegría). Entre todos han marcado menos goles (el anotado por Alegría ante el Tenerife) que el canterano, autor de dos tantos (uno en Liga y otro en Copa del Rey en Torrelavega).

El resto del equipo tampoco está claro más allá de la segura presencia de Francés junto a Jair en el centro de una defensa que no contará con Peybernes, afectado por la cláusula del miedo. Nieto parece fijo en el lateral zurdo pero Tejero, valiente en Fuenlabrada, aspira a que Vigaray no recupere el puesto tras el descanso concedido el lunes para no incrementar su fatiga muscular.

En el centro, la duda es si JIM dejará fuera a Eguaras, horroroso en Fuenlabrada, para dar la batuta a Francho junto a un Zapater que parece fijo tras siete partidos seguidos en el once y un derroche de gallardía y galones. Al Zaragoza se le da mejor jugar en casa con solo dos mediocentros pero la talla del rival tambalea esa máxima. Bermejo, Adrián y Narváez podrían repetir por delante de los pivotes, con Azón como principal favorito a ejercer de punta de lanza.

El Almería, por su parte, llega sin Ivanildo y, sobre todo, Morlanes, ambos sancionados. El aragonés es el faro de un equipo con dinamita arriba.