La carrera de Pichu Atienza ha ido en ascenso y en constante progresión desde que debutase con el filial del Atlético de Madrid con solo 17 años y después de ser campeón de Europa y subcampeón del mundo sub-17. Ahora el central cordobés tiene muy claro que su fichaje por el Real Zaragoza es, «sin ninguna duda», el proyecto más ambicioso en el que ha estado. Por ello, está ante su gran reto, su desafío más elevado.

Poco a poco ha ido escalando, desde los filiales del propio Atlético y del Sevilla hasta pasar por el Huesca y el Hércules. Su rendimiento le abrió las puertas del fútbol profesional de la mano del Reus y, tras dos cursos, fichó por el Numancia, donde ha estado esta última temporada. Pero el Zaragoza es diferente, como aseguró ayer en su presentación oficial: «Sin desmerecer a los otros equipos, la historia que tiene este club hace que sea el paso más importante que a día de hoy he dado en mi carrera», dijo.

El Zaragoza tenía ganas de contar con Atienza y el amor era recíproco. El propio Lalo Arantegui reconoció que el acuerdo con el jugador fue muy rápido una vez se puso de acuerdo con el Numancia, algo que el propio defensa reconoció: «Estoy muy contento. Cuando el Zaragoza se puso en contacto conmigo no tenía ninguna duda de que quería venir aquí. Creo que cualquier jugador quiere estar en un club tan grande y con su historia», resaltó Atienza.

Por su ambición y la del proyecto blanquillo, el central no ocultó su deseo por ascender. No fue gris en sus palabras y sí muy claro y diáfano. Afirmó que «estar en un club de esta exigencia es lo bonito del fútbol» y que es «ambicioso». «Quiero estos retos, poder pelear por un ascenso a Primera y por devolver al equipo a la categoría en la que se merece estar», insistió Atienza.

Además, durante estos años han pasado futbolistas a los que les ha podido la presión de una entidad como el Real Zaragoza, pero el defensa, aunque confiesa que «puede pasar que en algún momento de la temporada nos pueda venir en contra», espera que «tanto la afición como el equipo vayamos a una y que eso ayude a conseguir el objetivo».

CHARLA CON VÍCTOR

Atienza llega con un perfil deseado por Lalo Arantegui y Víctor Fernández, el de un central alto, con experiencia, con una gran capacidad defensiva y con juego aéreo. Mide 1.90 metros, por lo que es poderoso por arriba, pero el propio zaguero ensalzó otras de sus virtudes, que es su dominio de la pelota: «Sobre todo puedo aportar con balón. Me considero un jugador bueno técnicamente, me gusta que el equipo tenga la posesión, que salga jugando desde atrás. Tácticamente me considero un jugador correcto y ordenado», comentó el cordobés.

Eso sí, aunque no lo destacó en un principio, sí que habló de su juego aéreo. Reconoció que es alto, «pero no quiere decir que por traer gente de estas características se vayan a minimizar los errores», dijo en referencia a los goles encajados en estrategia por el Real Zaragoza el curso pasado. «Puedo aportar en ese sentido al equipo y ojalá cambie la dinámica esta temporada», agregó. Además, deseó entenderse «con los jugadores con los que me toque, que lo que nos pida el míster lo cojamos rápido y que haya buenas sensaciones entre nosotros».

Por último, Víctor Fernández llamó a Pichu Atienza una vez se cerró el acuerdo, «sobre todo para darme la bienvenida». «Me dijo que estaba contento con mi fichaje y yo le transmití lo mismo, que estaba muy ilusionado de venir aquí y que tenía muchas ganas de empezar». «Cuando empiece esta semana los entrenamientos hablaremos más personalmente y cosas del equipo», concluyó.