Con la timidez propia de sus 20 años, pero sabiendo lo que el Real Zaragoza implica para su carrera. Así se mostró Álex Blanco (Benidorm, 16-12-98), que no dudó en calificar su cesión al conjunto zaragocista como «un salto importante en mi carrera, que ya tocaba», aseveró el joven extremo, que llega cedido por el Valencia por una temporada y que ayer vivió en el Espacio Ambar su puesta de largo, alejada de la afición puesto que la presentación era solo para los medios, y que hoy empezará a entrenarse a las órdenes de Víctor Fernández.

Acompañado por su pareja y demostrando que su fútbol habla más por él que lo que se maneja delante de los medios, Álex Blanco dejó clara su ambición. «El fichaje se ha demorado un tanto por el interés que había desde principio del verano, pero eso ya no dependía de mí. Estoy muy contento y muy ilusionado de estar aquí. Quiero darles las gracias a Lalo y a Víctor por la confianza y, sobre todo, devolvérsela en el terreno de juego», indicó el joven jugador.

El extremo llega cedido por el Valencia por un año y el Zaragoza se guarda una opción de compra por el 50% del pase dentro de un año y también el club valencianista tendrá entonces una de recompra. Según algunas fuentes, la opción de compra es de un millón de euros y la de recompra, de dos. «He venido al Zaragoza a crecer y a seguir madurando como futbolista. Tengo muchísimas ganas de jugar y de demostrar mi fútbol». En enero, tras debutar en Copa en octubre con el Valencia en la Romareda ante el Ebro, el club che lo cedió al Alavés, donde no tuvo la oportunidad de demostrar apenas nada, con solo 14 minutos. Ahora, en Segunda, espera que haya llegado su momento.

«Hablé con Víctor Fernández por teléfono y estuve con él y con Lalo y encajo por completo en su estilo de juego, con un fútbol bonito, con los extremos abiertos. Creo que va a ser un buen año para todos en el Zaragoza», sentenció el futbolista nacido en Alicante y que ingresó en la cantera del Valencia en cadetes. El Barcelona se lo llevó a La Masia en el 2014, pero solo dos años después regresó a Paterna, para completar su formación en juveniles y en el filial, donde el año pasado firmó cinco dianas en 21 partidos antes de marcharse a Vitoria.

Ya en enero el Zaragoza se interesó por su cesión, pero el jugador fue parte del fichaje del alavesista Rubén Sobrino por el Valencia. Ahora, seis meses después, el club se hace con un jugador con velocidad y desborde, que puede jugar de extremo zurdo o hacerlo en la derecha, a pierna cambiada. «Me defino como un jugador rápido y vertical, al que le gusta encarar, hacer uno contra uno y mirar a la portería al estar cerca del área», aseveró, para después hacer referencia a otra de sus virtudes, el golpeo de balón, ya que tiene un buen disparo lejano y «suelo tirar bastantes faltas. A ver si esta temporada puedo meter alguna».

CON PERSONALIDAD

Como hizo Luis Suárez el martes, Álex Blanco habló sin tapujos del único objetivo posible, retornar a la élite. «Estoy con muchas ganas de dar lo máximo para devolver al equipo a Primera, al sitio donde debe estar», afirmó, señalando que la exigencia de esa meta no supone para él una mayor presión: «No me asusta el reto del ascenso, al revés. Soy un chico que muestro bastante personalidad en el césped y el objetivo es subir».