«No somos un equipo para estar a tres puntos del descenso, sino para estar más arriba, pero la clasificación dice algo diferente. Toca cambiarlo», señaló Simone Grippo, que justificó el irregular inicio de Liga en los muchos cambios que vivió la plantilla en verano, aunque añadió: «Pero tras seis meses ya cambia un poco todo, tenemos que demostrar de verdad que somos un equipo que no tiene que estar tan abajo en la clasificación. Hemos trabajado fuerte y pienso que vamos a demostrar que hemos cambiado».

También reconoció que el objetivo en el 2018 es ser más fuertes como locales. «Hay que mejorar en casa. Nuestro estadio tiene que ser un fortín». El Zaragoza juega dos partidos seguidos en La Romareda, ante Barça B y Tenerife, claves para su futuro: «De esta situación solo saldremos si estamos juntos, confío en el equipo, en el entrenador y vamos a mejorar. Estoy seguro», sentenció Grippo, que mañana ante el Barça B será titular en el eje junto a Verdasca.