Aproximadamente medio centenar de aficionados zaragocistas se dieron cita en la presentación de Alberto Guitián como jugador blanquillo. Una veintena de ellos, de un grupo que se sitúa en el Gol de Pie y mayoritariamente con el rostro tapado, se dio cita para increpar al jugador cántabro. Algunos portaron unas cartulinas en las que mostraban su disconformidad con el retorno del central, al mismo tiempo que le profirieron insultos como «mercenario» y le instaron a que fuera a una casa de apuestas, lo cual ensució la segunda presentación de Guitián con el Real Zaragoza.

El futbolista estuvo poco tiempo sobre el césped de La Romareda y no se dirigió en ningún momento hacia los seguidores que le increparon. Ya le tocó vivir en su anterior etapa una situación similar, ya que fue presentado junto a Culio, que durante la celebración del ascenso con Las Palmas insultó al club aragonés, vistiendo después la camiseta del Zaragoza.