--El jueves se desvinculó del Zaragoza para firmar por el Bolívar, ¿qué le lleva a esa salida?

--La dirección deportiva me dijo a principio de mercado que lo iba a tener difícil en la segunda vuelta, lo hizo, y es de agradecer, de manera directa y en un momento en que me dio tiempo todo, aunque justo en este periodo he estado con los problemas en la fascia y no pude demostrarle nada al míster. Al principio tenía bastante claro que no quería salir, que deseaba continuar en este proyecto y estaba contento en Zaragoza. Llegó esta propuesta, no era lo que pensaba, era una oportunidad y una experiencia nueva y mi familia y yo nos hemos convencido.

--Su idea era acabar su contrato en junio en el Zaragoza, ¿no?

--Sí. Yo durante prácticamente todo el mercado he dicho al club que mi idea era seguir, hasta que salió lo del Bolívar. Tuve interés de algunos equipos de Segunda y del extranjero, pero ninguna propuesta seria y concreta en papel.

--Jugó 16 partidos en la primera vuelta y son muchos. ¿Le extraño ser el elegido para salir entre los defensas centrales?

--Es evidente. A mí se me dieron una serie de pautas para explicar la decisión, una de ellas es que era el único que acababa contrato en junio, algo que entiendo. Es verdad que no me lo esperaba, había jugado mucho, aunque los resultados no acompañaran. Nunca te esperas una cosa así, la verdad.

--¿La sensación de su marcha es de amargura?

--Esa amargura es porque me voy y no dejo al Zaragoza donde merece estar. Vine en una situación complicada hace dos años y me voy en una muy similar.

--Ese ascenso frustrado el curso pasado...

--Sí, es una gran espinita clavada. Fue una montaña rusa de emociones y de todo, pero me quedo con que me ayudó mucho a crecer como persona y como jugador al ser tan dura la etapa. El ascenso se le está escapando al Zaragoza, pero estoy seguro de que llegará.

--Era el quinto capitán y un peso pesado en el vestuario. ¿Cómo ha visto su salida el grupo?

--Habría que preguntarle a los compañeros, pero imagino que sí que les ha sorprendido, porque no se lo había comunicado antes. Mi círculo más cercano, como Javi Ros, sí estaba al tanto, pero al resto no le quise alterar el día a día porque bastante tenemos esta temporada con lo que nos sale mal para mirar a otra cosa.

--Al menos el equipo se levantó.

--Desde la llegada de JIM, se le ve otro ánimo, al equipo se le nota más suelto, genera más. Ha sido una temporada muy extraña, con el 'Pipo' los resultados no salían pero el bloque estaba muy trabajado y con Iván tampoco salieron bien las cosas. JIM ha dado con la tecla sobre todo emocional, más que táctica o de otro sentido. Ojalá que esta racha dure mucho y se salga de abajo cuanto antes y quede lo pasado como una anécdota. No tengo ninguna duda de que el equipo se va a salvar, a mi familia y amigos ya se lo decía en Navidad. Estaba y estoy convencido.

--¿Cómo explica una temporada tan difícil?

--No quiero meterme en un charco, porque soy jugador y no director deportivo, pero lo que está claro es que en el equipo de mediocampo para atrás continuó la mayoría salvo El Yamiq y había que acertar en la parte de arriba. Y las cifras ahí no están, el año pasado había un goleador como Luis Suárez y estuvimos en la zona alta. También creo que nuestros delanteros son buenos jugadores, pero no están teniendo ese acierto.

--En el centro de la zaga ha irrumpido Francés. ¿Cómo lo ve?

--No me sorprende su nivel porque desde el primer día le vi un desparpajo terrible, es muy valiente, rápido y juega concentrado. Tiene grandísimas cosas para ser un futbolista de nivel, aunque debe centrarse en su mentalidad, dejarse ayudar en ciertos momentos, pero me parece un jugador excelente. Va a ser un buen futbolista profesional, sin duda.

--Ya tiene equipos tras sus pasos.

--Pero si al final se lo compran al Zaragoza es porque habrá hecho las cosas muy bien y el club necesita vender por su economía a jugadores de este tipo.

--Dos etapas ha estado en el Zaragoza, en la 15-16 con 18 partidos y desde diciembre del 2018 hasta ahora con 54. ¿Su balance?

--Que siempre defendí esta camiseta con todo lo que tenía, queriendo ganar y sabiendo que estaba en un club histórico y que tenía que pelear por el ascenso. No hubo esa suerte de subir, pero he sentido mucho orgullo. No sé qué pensará la gente, pero me ha encantado llevar esta camiseta.

--Hubo gente que criticó su regreso tras lo de Palamós ante la Llagostera y su salida posterior. ¿Cree que su nivel les ha convencido?

--No sé si los críticos conmigo de aquella vez se han convencido ahora. En lo único que me equivoqué entonces fue en no salir al corte de ciertas leyendas. Creí que no era necesario, pero quizá habría sido lo mejor. Cada uno pensará lo que quiera, los que me conocen saben cómo soy y mi compromiso, las situaciones en las que he jugado, siempre poniendo por delante al equipo y muchas veces dejando por detrás si no estaba bien físicamente, aunque intentaba estar y lo conseguía casi siempre. Al que le caiga mal Guitián va a ser para siempre y, al que le caiga bien, lo mismo. No me preocupo.

--Criado en la cantera del Racing, ha jugado en el Valladolid y en el Sporting. ¿Qué sitio ocupa el Zaragoza en su carrera?

--Uno muy importante, no tengo miedo en reconocer que ha sido el club que me ha hecho ser profesional con todas las letras. Desde aquí fui a Valladolid, volví a Gijón como un futbolista hecho y regresé, lo que es una suerte enorme. Volver a un club como el Zaragoza después de cómo fue mi salida, de esa historia, no era nada fácil. Fui valiente, era una espinita que me quería sacar y por desgracia no ha acabado de la mejor manera, pero lo he dado todo.

--El giro es radical para irse a Bolivia. Dos años al Bolívar, con Natxo González y donde están Álex Granell y Álvaro Rey. Es un club poderoso allí, pero, ¿qué espera?

--Una Liga muy difícil donde vamos a ser los favoritos y la presión va a ser máxima, como ya lo era aquí. Va a ser una aventura increíble en uno de los mejores equipos de Bolivia, con un entrenador muy exigente que sabe mucho de fútbol. No he coincidido con él, pero me han hablado muy bien de Natxo. Y Álex Granell ya me ha dicho que no es tanto lo que desde fuera parece malo y que la ciudad es muy segura. La verdad es que tengo mucha ilusión de llegar cuanto antes, aunque el torneo está previsto que empiece a finales de febrero. Viajo el martes solo, pero cuando esté todo listo vendrá mi familia.

--Tiene 30 años. ¿Su carrera acabará en España?

--Eso ya se verá, paso a paso. La ilusión es hacerlo muy bien allí, lograr ser campeones y entrar si podemos en la Copa Libertadores, lo que sería un gran sueño para mí. El futuro es impredecible.