Natxo González se marchó satisfecho de La Romareda porque, a su juicio, su equipo cumplió con el objetivo marcado de estar a la altura de las circunstancias, de la cita y del rival, y también por las buenas actuaciones de determinados futbolistas que, en sus propias palabras, le ponen en un «problema» de cara al futuro para confeccionar las próximas alineaciones. Sin embargo, su equipo cayó derrotado por 0-2, un resultado excesivo. «La verdad es que ha sido demasiado castigo para lo que ha trabajado el equipo, para todo lo que ha dado en el terreno de juego. Era un partido de cierto riesgo ante un equipo de primerísimo nivel porque queríamos estar a la altura de competir, de estar ahí, igualarlo en la medida de lo posible y lo hemos conseguido. Por tanto, estoy satisfecho», resumió el técnico vitoriano.

Natxo González lamentó también la oportunidad desperdiciada por Raí y valoró el hecho de que los dos goles valencianistas llegaran en los últimos diez minutos de partido y a balón parado. «Son partidos que se dice que son para disfrutarlos pero no es así. Al final tienes que defender un escudo con mucha historia y tienes enfrente un equipo de primer nivel. Era una gran responsabilidad dar una respuesta acorde a eso y la hemos dado. Ha sido una pena esos últimos minutos, ha tenido que ser a balón parado porque en jugada tampoco nos han creado excesivo peligro. Incluso nos hemos podido poner por delante en la ocasión más clara del partido», indicó.

El partido sirvió para el regreso de dos futbolistas después de sendas lesiones. Alberto Benito volvió a ocupar el lateral derecho y Simone Grippo disfrutó de los noventa minutos como central. El suizo acabó incluso con el brazalete tras la salida del campo de Zapater. «Es uno de los capitanes de la plantilla», explicó González. De Benito, vio lo esperado. «¿Cómo lo he visto? Pues bajo de forma. El objetivo era que fuera compitiendo unos minutos y ver cómo se encontraba a nivel físico. Era normal que se le notara y más ante un rival de este nivel», opinó el entrenador zaragocista, que no se mojó de cara al futuro. «El futuro, Dios dirá».

Tuvo noticias positivas el técnico en forma de actuaciones destacadas, sobre todo de Guti, también de Lasure. «Es una buena señal de cara al futuro. Siempre hemos hablado y elogiado la competencia dentro de la plantilla y Guti ha estado muy bien pero destacaría también a Lasure, que después de tanto tiempo sin competir se ha cascado los 90 minutos como un campeón, y a Vinícius... Chicos que no estaban apareciendo demasiado y es fantástico. Me viene un problema gordo encima», reconoció.

Tampoco ocultó, como ya había dicho en la previa, que lo importante es el partido del viernes contra la Cultural. Por eso el reparto de minutos en la noche de ayer. «La idea era estar fresco estos tres partidos y es lo que trataremos de hacer porque el viernes tenemos un partido muy importante y tenemos que tener mucha energía. Con lo que hemos movido al equipo el viernes estaremos al 120%», aseguró Natxo González. Esa será otra historia y otra batalla, ya con tres puntos en juego.