Las apariciones de Goran Drulic en el equipo inicial o durante algunos encuentros llevan camino de convertirse en el enigma más grande de la historia de la humanidad. No es que Víctor Muñoz lo tenga entre sus favoritos, pero el solo hecho de que le ofrezca su máxima confianza en partidos como el de ayer estimula la curiosidad por saber qué adivina el entrenador aragonés en un delantero que nunca aporta nada, más bien todo lo contrario. El técnico se aferra al serbio cuando estima que hay que dar descanso a futbolistas de ataque. Tiene otras variantes, como situar a Cani en esa posición, quien, por muy poco que pueda ofrecer, será siempre un barril de petróleo comparado a las nulas prestaciones de Drulic.

Falto de velocidad, de remate con los pies y con la cabeza, de agresividad y con poca combinación, es, sin embargo, un as bajo la manga. Su rendimiento esta temporada --al margen de su gris pasado-- se puede medir por las siete ocasiones en que el entrenador ha contado con sus servicios bien sea en Liga o en Copa de la UEFA. Pues bien, como titular jamás el Real Zaragoza ha sumado una victoria antes de que fuera sustituido, y saliendo desde el banquillo, sólo se logró vencer al Levante sin que tuviera participación alguna en el marcador. Ni un solo gol en su haber deteriora la imagen de un futbolista que fue fichado para esos menesteres, no para presionar con alguna carrera perdida.

Un tormento

Por mucha rotación y mucha gaita que se argumenten, Drulic es un tormento para el equipo aragonés y Víctor se equivoca cada vez que le llama a filas. Contra el Bar§a salió de principio y fue sustituido a media hora del final con un 2-1 favorable a los azulgranas. Ayer, en El Sardinero, tuvo su segunda oportunidad en el campeonato doméstico, y acabó dejando su puesto, con el 1-0 en contra, a David Villa. El asturiano comenzó a calentar a un cuarto de hora de la finalización del primer periodo y salió tras el descanso, lo que evidencia que Víctor Muñoz no estaba muy satisfecho con el experimento, con su experimento. 18 minutos en Málaga, 13 en La Romareda contra el Levante y 11 en el partido de Villarreal son una mínima inversión deportiva en el jugador que al Real Zaragoza no le ha servido para nada por lo que se refiere a la Liga.

En Europa tuvo papel protagonista en los dos encuentros contra el Sigma Olomouc. Partió de inicio en la cita de La Romareda y el triunfo vino con él ya en la ducha después de 60 minutos en el campo. En la vuelta, Víctor lo retiró en el mismo instante en que los checos marcaban de penalti el 2-0 y se ponían por delante en la eliminatoria. El crédito de Drulic caducó hace tiempo, pero Víctor ve algo que muy pocos perciben y que tapona otras opciones en principio más rentables.