El Real Zaragoza ha puesto la directa en La Romareda, que está siendo vital en este inicio de 2018, con tres victorias consecutivas, lo que no sucedía desde hace año y medio, y 10 puntos de los últimos 12. Al calor del hogar, tomó de nuevo aire el equipo de Natxo González, con un triunfo merecido ante el Lugo, sobre todo en la primera mitad, de las más completas que se recuerdan en ataque después de que Borja abriera la lata al cuarto de hora. Tras el descanso, el conjunto gallego tuvo sus ocasiones, algunas muy claras, pero entre la falta de acierto y la seguridad de Cristian Álvarez la renta aguantó hasta que Buff finiquitó el pleito en el tramo final con un soberbio gol de falta en unos minutos finales muy buenos del centrocampista suizo y del propio Zaragoza.

Con solo dos puntos de renta con el infierno cuando se inició el choque, la victoria era más que obligada y el Zaragoza cumplió con su papel para que el descenso quede ahora a cinco y la sensación de tranquilidad sea mayor. Sí, el playoff está a ocho, pero viendo la irregularidad de este equipo parece una utopía, aunque es evidente que el Zaragoza ha dado un paso adelante en resultados en este 2018, donde solo ha perdido un partido de los seis disputados, con 11 puntos de 18.

Natxo González dejó solo en uno los cambios en el once, con la entrada de Guti, de acusada baja en los últimos partidos y que ante el Lugo reivindicó su papel con un partido tremendo en el despliegue y en la capacidad en la medular, para sostener ese rombo al que volvió a recurrir el técnico zaragocista.

Eso sí, el Zaragoza salió frío, sin tener el balón y expuesto al peligro que conducía muchas veces Jaime, aunque el exzaragocista no tuvo su noche en el pase. Un remate de Josete en un córner y varios errores entre Perone y Verdasca aumentaron la sensación de fragilidad hasta que el Zaragoza golpeó en la primera ocasión que tuvo. Lasure filtró un pase, que desvió Lemos para que Borja se colara entre los centrales y marcara en el mano a mano con la frialdad de un francotirador su primer gol en jugada en La Romareda y su décima diana del curso.

El tanto fue una bendición para el equipo zaragocista, que empezó a desactivar al Lugo, un equipo con muchas cosas en ataque pero bastante más flojo atrás. Febas, Benito, Guti, Borja y, en menor medida Pombo, en una versión más gris, se encontraron con espacios y con balón y el fútbol zaragocista empezó a fluir con un nivel que se ha visto muy pocas veces en esta temporada.

Una gran jugada de Febas por el pasillo interior acabó en la asistencia a Pombo, que debió marcar, pero Lemos se cruzó lo suficiente para evitarlo. Otra acción de Febas le llegó a Borja, que lanzó un misil que Juan Carlos desvió a córner en los mejores minutos del Zaragoza, donde el ariete gallego era un incordio para la zaga rival. Un melón de Perone (Verdasca y él rivalizaron en esa faceta) lo convirtió Borja en una ocasión de gol poco después de que Cristian Álvarez sacara un remate a bocajarro de Cristian Herrera en la mejor ocasión visitante del primer acto.

PELIGRO TRAS EL DESCANSO

Al intermedio se llegó con una última oportunidad de Borja a pase de Pombo, solventada por Juan Carlos con una buena mano, y con la sensación de que el Zaragoza debió haber cerrado el choque por méritos en ataque. No lo hizo y eso le costaría algunos sufrimientos tras el descanso.

Y es que la segunda mitad arrancó mal para los zaragocistas. Febas empezó a desaparecer y Eguaras dio su peor versión. Defendió mal en dos saques de esquina a Pita, en uno de ellos fue providencial Cristian Álvarez, y, sobre todo, perdió un balón que dejó a Jaime y a Cristian Herrera para marcar, pero el ariete la mandó al lateral de la red. El meta zaragocista volvió a despejar un tiro de Fede Vico, el más destacado del rival, y Francisco se la jugó con Campillo, Iriome y Nico Albarracín para intentar que su equipo tuviera aún más llegada.

El Zaragoza, cuando más agobiado parecía, se levantó. Los cambios de Natxo le sentaron bien. Buff salió a falta de 25 minutos y el equipo ganó en ataque mientras Guti cada vez parecía más incansable en la medular. Papu también tuvo buenos minutos y el Zaragoza logró sacar al Lugo de las cercanías de Cristian. Buff, en un remate cruzado a pase de Eguaras, rozó el gol y lo ejecutó con maestría en una falta directa que finiquitó el choque. El tramo final dejó las molestias de Guti que hicieron contener la respiración a la grada, un balón al larguero de Buff y una parada de Juan Carlos a Borja, al que también le detuvo un penalti. Sí, el Zaragoza hasta pudo golear, pero al menos toma aire casero.