Está obligado el Real Zaragoza a una hoja de ruta paralela para la planificación en Primera y en Segunda, en función de conquistar ese éxito de retornar a la élite en las 11 jornadas que restan, una guía que tiene en cada caso el vértice principal en la deseada continuidad de Víctor, que el técnico ha aplazado hasta el final de curso, aunque se diría que es más factible que el entrenador siga en la máxima categoría a que lo haga en la de plata, pero él asegura que la decisión ya la tiene tomada. La dirección deportiva zaragocista, en esos dos escenarios y con hasta tres alternativas en cada puesto a reforzar tanto en Primera como en Segunda, va a tener que dar prioridad a los fichajes en ataque y en la élite el número de incorporaciones podría llegar hasta ocho, sin contar las ya cerradas del delantero Haris Vuckic (Twente) y el lateral zurdo Pep Chavarría (Olot). Dos puntas, uno o dos extremos en función de si se logra la continuidad de Soro, un centrocampista con llegada, un lateral derecho y, dependiendo de las salidas, un central y hasta un portero. Por ahí va la hoja de ruta de Lalo Arantegui. En Segunda, la disponibilidad será muy escasa y habrá que hacer salidas prácticamente obligadas, como la de Guti, aunque el número de refuerzos que lleguen también rondará esa cifra.

Lalo ya dejó claro que la idea del club si sube es no pagar traspasos y acudir al mercado de jugadores libres y de cesiones porque el límite salarial que tendría el Zaragoza sería muy inferior al que ha tenido este curso el Mallorca, el peor de los equipos de Primera en esa faceta en este curso (33 millones). Sin embargo, si hay alguna oferta irrechazable por alguno de los jugadores importantes y en propiedad no se puede descartar que se dé alguna venta y pueda haber más margen de maniobra en la élite para afrontar algún fichaje por medio de traspaso.

Aun en caso de ascenso, la posibilidad de que sigan Luis Suárez, cuyo destino es el regreso al Watford y un posible traspaso después, con el Lazio como favorito, y Puado, que vuelve al Espanyol, es más que remota. No continuarán seguro André Pereira, que regresa al Oporto, ni Linares, que acaba contrato. Así, el club va a intentar fichar dos puntas más. Tiene la opción de Borja Bastón, cuyo fichaje se ha enfriado en las últimas semanas, aunque aún está sobre la mesa. El delantero madrileño vendría con la carta de libertad tras acabar el curso en el Aston Villa. También está en el punto de mira el ariete del Moreirense Fabio Abreu, un fichaje complicado tanto por los clubs que siguen al delantero angoleño como por los no menos de dos millones en los que el club luso tiene pensado tasar su traspaso.

Para las alas, el ascenso va a suponer la compra obligatoria de Burgui (1,2 millones) al Alavés y Álex Blanco (1 millón) al Valencia, además del intento en que Soro siga un año más cedido por el Madrid, lo que es factible. Así, sería al menos un extremo más y parece que no será Aitor Cantalapiedra, que está libre tras acabar contrato en el Twente y gusta mucho a la dirección deportiva pero que apunta a un destino en Turquía o en Grecia. La mejor oferta económica que tiene es del Besiktas turco, aunque Panathinaikos, Paok, Sivasspor o Trabzonspor también lo quieren.

Aitor Cantalapiedra, si ficha por el Zaragoza, como Abreu o Borja Bastón, solo lo haría para jugar en Primera. En el ataque zaragocista deben regresar Papu y Pombo de sus cesiones a Racing y Cádiz, pero tienen muy pocas opciones de quedarse, sobre todo el georgiano, al que se le buscará una salida. En el caso de Pombo su equipo, líder de Segunda, tiene una opción de compra obligatoria en caso de ascenso de 1,2 millones.

La opción de Jair Amador

El club aragonés también buscará un centrocampista con llegada y último pase, más teniendo en cuenta que Kagawa tiene muchos números para salir en Primera y aún más en Segunda, lo mismo que Delmás, lo que convierte el lateral derecho en una posición prioritaria y en la que el Zaragoza está acelerando gestiones. En la portería, el ascenso traería la continuidad segura de Cristian Álvarez, pero es factible la cesión de Ratón en la élite, mientras que en Segunda lo que podría suceder es lo contrario, que fuera el argentino quien saliera. El club ya se ha movido en ese sentido, por ejemplo tanteando sin éxito la cesión de Iñaki Peña (Barcelona B).

Resta el eje, donde subir implica la opción de compra obligada por El Yamiq (750.000 euros) al Genoa y donde no se descartan refuerzos en función de si hay salidas, sobre todo la de Guitián. El Zaragoza está atento a Jair Amador, al que le queda un año de contrato en el Maccabi Tel Aviv israelí. Si cuando acabe la Liga de ese país a principios de julio el central caboverdiano, al que le queda un año de contrato, puede obtener la carta de libertad el club aragonés estará en la pelea por su fichaje, que no será sencillo por el apartado económico y por los competidores. Lalo ya llevó al Huesca a Jair y es un defensa muy de su agrado.

En Segunda el panorama es más difuso, pero es obvio que en ataque llegarían refuerzos, porque entonces la continuidad de Suárez, Puado, Soro o Burgui es imposible, como también la de El Yamiq. Habrá traspasos con total seguridad, con Guti y en menor medida James en el escaparate y los jugadores que han subido al primer equipo en las últimas semanas (Francho Serrano, Buyla y Baselga) tendrían opciones de quedarse, ya que sobre todo los dos últimos es seguro que saldrán cedidos en un escenario de Primera.