Jorge Pombo vive como juega, con ese punto de atrevimiento y descaro, con esa capacidad para improvisar que muestra en el campo, pero que también deviene en una línea más irregular que en otros futbolistas que tienen en la constancia su principal virtud. Sin embargo, este Zaragoza tiene en el canterano a una pieza básica, con cinco goles en Liga, que han supuesto cuatro victorias y doce puntos (ha hecho otros dos más en Copa) y con mucho fútbol y desequilibrio en sus botas: «Estoy muy contento y satisfecho, están saliendo las cosas como uno quiere», sentenció ayer, tras un tiempo de silencio y retirado de los focos en una temporada que no ha sido fácil para él y en la que ahora vive su gran momento. Eso sí, no quiso sacar pecho a nivel individual y solo insistó en la importancia del grupo, de las victoria del equipo, por encima del rendimiento de cada futbolista, aunque sea tan excelso como para llevarle a marcar los dos tantos del triunfo en Los Pajaritos del pasado sábado.

No ha sido, ya queda dicho, un curso fácil para Pombo, que empezó la Liga como titular en los dos primeros partidos, pasó después por el banquillo y la grada y se llegó a vislumbrar hasta una salida para él. Pero en los dos últimos meses ha acabado por romper, por enseñar de forma regular y constante el talento que tiene, que es muchísimo: «Todo te hace valorar mejor lo que vives. Es el fútbol, hay momentos malos y buenos. Yo trato de vivir el presente, miro el pasado, pero lo importante es el ahora». El ahora para Pombo es su condición de fijo para Natxo como pareja de ataque arriba junto a Borja, una plaza a la que le está cogiendo gusto: «Yo me siento cómodo donde me ponga el míster, estando de delantero como hago ahora me veo bien, como antes de centrocampista o también de extremo. Donde me ponga el míster es donde trataré de hacerlo lo mejor posible», afirmó. Esa posición en ataque le libera de algunas obligaciones defensivas y sin duda está ayudando a explotar su talento.

Pombo es la punta del iceberg de un grupo de canteranos donde están Guti, Lasure o Delmás que se han convertido en jugadores importantes para el Zaragoza. En Soria, de hecho, cuando se lesionó Alberto Benito coincidieron los cuatro sobre el césped y también Zapater: «Creo que es un sueño, que cinco canteranos nos juntemos y sacar la victoria en Soria es algo espectacular. Oír a la gente corear tu nombre o el de Delmás cuando sale al césped es increíble. Todo eso motiva mucho más. Que estemos tantos de casa es importante para la afición, que quiere que la gente de aquí asome y sea importante».

ZAPATER Y LASURE

El caso de Zapater, tan canterano como ellos pero de una generación anterior en la Ciudad Deportiva, es especial, porque «es un padre para nosotros, un referente de todos, quiere lo mejor para cualquier jugador del equipo. En ese aspecto es espectacular», reseña Pombo sobre el capitán, cuyo ejemplo en la plantilla y sobre todo en los futbolistas de la Ciudad Deportiva es indiscutible. «Con Zapa tanto dentro como fuera del césped hay un buen feeling. Y no solo corre en el campo, ya se ve que lleva varias asistencias de gol», explicó. A él le ha dado dos ya, una ante el Córdoba y otra el sábado contra el Numancia.

Además, Pombo también destaca el momento de Lasure, el canterano al que más le costó entrar en los planes de Natxo pero que se ha hecho más que indiscutible y que en Los Pajaritos no solo rindió bien en defensa sino que dio varios balones de gol que Borja no aprovechó: «No me sorprende su nivel. Para los que lo conocemos bien no es nada nuevo. Es un gran jugador y es una persona muy importante dentro del equipo. Está ya más suelto y en Soria fue uno de los claves», aseguró.

El Zaragoza, que hace dos meses no arrancaba y veía con temor el descenso, es el mejor equipo de la segunda vuelta, con 19 puntos en ocho citas y ha firmado un pleno de 12 en las últimas cuatro: «La clave ha sido la fe y la convicción de todos en que las cosas se podían sacar y en que podíamos ganar cualquier partido. Sabíamos que las cosas iban a salir bien tarde o temprano y así fue. Hay que seguir en esta línea y aprovechar la racha porque estas siempre se acaban cortando», dijo Pombo, que también valoró la confianza del club en Natxo González cuando las cosas no funcionaban: «Que el míster sea el mismo ha sido un poco raro estos últimos años. Es fundamental para el equipo. Se están recogiendo los frutos de esa paciencia».