Se presuponía una pretemporada tranquila y calmada, sin sobresaltos. No es nada habitual tener gran parte del equipo perfilado durante el periodo estival, pero la filosofía de Lalo Arantegui es distinta a las anteriores aplicadas con otros dirigentes en el despacho que actualmente ocupa. Las intenciones son unas, pero el mercado y el día a día te pone en otra realidad y no todo podía salir bien. Aún así, Imanol Idiakez pone buena cara, agacha la cabeza y sigue trabajando. Está contento, es optimista y lo transmite. Se podría estar mejor, pero no se queja.

El equipo finalizó ayer su estancia en Boltaña y el técnico hizo balance. Reconoció que han tenido «algunos percances» en forma de lesiones, más de las deseadas y de las normales para estas fechas, pero «hay una buena actitud, todo el mundo tiene ganas de trabajar bien y hemos hecho el trabajo que teníamos que hacer», dijo el técnico. Después, de hecho, lo recalcó y afirmó que dicha actitud «es maravillosa a nivel receptivo». «Están con los cinco sentidos y queriendo hacer lo que les estoy indicando y eso es lo más importante», añadió. Además, aseguró que «la pretemporada sirve para conocernos principalmente» y que por ello está tranquilo. Aún hay tiempo.

Sobre las dichosas lesiones, Idiakez quiso adelgazar el problema: «Hemos partido con tres lesionados de la temporada pasada, que son Eguaras, Toquero y Guti. La primera semana hemos tenido las dos desafortunadas lesiones de Papu y Zapa y eso lo aumenta todo y parece que es mucho más de lo que es. Son lesiones que hay que recuperar bien, lo que pasa es que con las tres que había parece más».

Y de nuevo salió la cara optimista de Imanol. Eso sí, primero con un poco de resignación. «Es lo que hay y con eso tenemos que trabajar», aseguró, pero «si se tienen que producir, mejor que sean ahora porque la temporada es muy larga».

Por otra parte, las bajas de varios hombres importantes «hace que sea más lento para mí el conocerles y que ellos me conozcan, que ambos sepamos lo que queremos», pero también propicia que pueda ver cómo juegan los canteranos, una generación llamada a ser el futuro del conjunto aragonés: «Me está permitiendo conocer más rápido a los chicos de la cantera que están trabajando con nosotros. Prefiero quedarme con la parte buena, que tenemos a un montón de jugadores del filial». Guante recogido.

Los delanteros / Con Toquero lesionado para toda la pretemporada y en muletas, un Raí con bastantes boletos para salir o ver la campaña desde la grada y con Jeison Medina renqueante y con molestias en los primeros compases, a Idiakez se le acumulan también los problemas en la punta del ataque.

No han llegado aún los delanteros (en plural) de referencia e Imanol espera que cuanto antes «vengan porque es importante, pero más por el equipo que por mí», aseguró.

Sobre los arietes, el preparador vasco incidió y puso énfasis en dos aspectos. Uno es que «queremos acertar antes de que vengan pronto», aunque si se dan ambas premisas, «pues perfecto», apostilló. El otro es que, aunque la dirección deportiva «tiene muy claro el perfil que quiere, hay que esperar», ya que «en el mercado no somos los más ricos y tenemos que esperar». «Hay tres equipos recién descendidos de Primera que nos van a multiplicar por cinco el presupuesto y vamos a tener que recurrir a opciones que no son las primeras de ellos. Hay que tener paciencia, trabajar, esperar a que lleguen y adaptarles lo más rápido posible» recalcó.

Tampoco descartó que haya alguna salida porque hay que cuadrar el límite salarial, pero le pasó la patata caliente al director deportivo y afirmó que «es un tema de Lalo», con el que trabaja «en buena sintonía» y que él trabaja con lo que tiene.

Dibujo adaptativo / Todos los que han sido entrenados por Idiakez coinciden en que es un enfermo del fútbol (en el buen sentido), un estudioso que no se obceca en crear y potenciar un sistema propio, si no que se amolda al rival. Solamente hace falta escucharle para darse cuenta de que así será: «No creo mucho en los dibujos y sí en los comportamientos. Lo importante es cómo nos movamos unos respecto a los otros, los rivales, la pelota, las porterías… Vamos a intentar que el jugador conozca el juego y jugar al fútbol en función de dónde estén los espacios, del rival y del compañero» explicó.

Por supuesto, aunque sabe que el rombo fue el sistema de referencia de Natxo González y que es un punto de partida, Idiakez avisó de que probará varios dibujos tácticos «porque es mi obligación conocer al equipo y abrirle otras posibilidades para ser lo más ricos posible a nivel de conocimiento de juego y tener herramientas para que ningún equipo te coja el truco, te cierren los espacios y te hagan peor».

Por último, sobre los fichajes, el técnico destacó de Aguirre su velocidad y polivalencia por poder jugar de extremo o lateral, de James que la barrera del idioma le dificulta algo su adaptación y relación con sus compañeros y de Medina su actitud a pesar de su contractura. Idiakez, un entrenador optimista por naturaleza.