-¿Ya lo ven de otra manera?

-Sí, sobre todo porque los resultados están acompañando. Desde el principio de la temporada todo empezó mal, fue mal, todo era negativo, mucho cambio de entrenador y al final eso también afecta. Está claro que los únicos culpables de aquella mala situación éramos nosotros y desde la llegada de Juan Ignacio hemos dado un paso al frente y se ha visto que el equipo tiene nivel para estar más arriba de lo que estamos.

-Y la plantilla sigue siendo muy similar, no hubo una gran revolución en el mercado de invierno.

-Por eso, la plantilla más o menos es la misma excepto los tres o cuatro fichajes que ha habido en invierno pero que tampoco están teniendo los minutos que se suponía que iban a tener, porque sabiendo en la situación que estábamos los fichajes de invierno todo el mundo creíamos que iban a ser determinantes para sacarnos de ahí abajo, pero el bloque sigue siendo más o menos el mismo y está claro que teníamos que dar un paso. Hablando por mí, el nivel no era el esperado y poco a poco todos estamos mejorando individualmente y eso ayuda al equipo.

-¿El cambio se ha producido con Juan Ignacio Martínez?

-Sobre todo en cuanto a los resultados que es lo que verdaderamente importa, por eso los anteriores entrenadores no siguen con nosotros, porque no obteníamos resultados. El juego yo creo que más o menos sí que era bueno pero al final los resultados mandan y desde la llegada de Juan Ignacio hemos tenido buen juego y resultados. Por eso ahora estamos en una situación no tan crítica. Sabemos que sigue siendo difícil y quedan muchos puntos para lograr el objetivo, que tenemos que tener claro que es salvar la categoría.

-¿Una de las principales mejoras ha sido el aspecto goleador?

-Sí, creo que ofensivamente hemos dado un paso adelante. Teníamos muchísimo margen porque no estábamos haciendo ocasiones, no metíamos goles, todos los partidos eran 0-0 o acabábamos con derrota y ahora parece que estamos con la puntería más fina. Es cierto que se echa en falta que nuestros delanteros, que son nuestros referentes, metan más goles y estoy seguro de que nos está faltando ese poquito para poder ayudarles y estoy convencido de que nos van a aportar goles.

-¿Usted es de hacer cuentas y mirar el calendario?

-Lo que está claro es que ahora el único objetivo es sumar. Tenemos muy pocos puntos. Normalmente para salvar la categoría tienes que llegar a 50 y nosotros tenemos 27, así que está claro que tenemos que ganar siete u ocho partidos para salvar la categoría. Y no hay mejor manera que ganarle al Alcorcón aquí en casa y ver ya que le sacas un poco de renta.

-Decía antes que no había empezado bien pero ha vuelto a recuperar protagonismo en el equipo.

-Sobre todo al principio de temporada me costó mucho. El cambio de entrenador de Víctor a Rubén a mí me chocó un poco porque son dos estilos de juego diferentes y adaptarme a lo que quería Rubén me costó. Luego se vio que él decidió dejarme fuera varios partidos que yo lo entendí y lo asumí porque mi nivel no estaba siendo bueno. Desde la llegada de Juan Ignacio he ido recuperando la confianza y él me ha dado unas indicaciones que me han venido muy bien porque sabe cuáles son mis virtudes y mis defectos y creo que estoy contento de cómo me están yendo las cosas ahora.

-¿Qué les ha hecho JIM?

-Él sobre todo tiene las ideas muy claras. Trabaja muy bien los partidos, cómo quiere que sea el equipo con sus ideas. Y luego sí que anímicamente nos ha dado un cambio brutal. Desde el primer día nos transmitió muchísima confianza en cada jugador, nos dijo que éramos muy buen equipo, que teníamos que sacar lo mejor de nosotros y con el paso del tiempo en los entrenamientos se está viendo que es una persona muy alegre, muy cercana, que tiene a todo el mundo enchufado, no solo a los que juegan. La gente ha subido mucho el nivel. No sé cuál es la fórmula pero está claro que ha dado un cambio radical al equipo.

-¿Cómo se vive una dinámica negativa de derrota tras derrota como la que tuvieron?

-Entras en un bucle que piensas bueno, va a llegar el siguiente partido, sobre todo los de casa, y hay que ganar, hay que ganar, pero volvías a darte con un canto en los dientes porque volvías a perder. No sé si me equivoco pero estuvo Iván y creo que fueron siete derrotas. No sabes en qué momento va a cambiar todo y llega un entrenador que, ya no hablo de fútbol, emocionalmente, anímicamente, da con la tecla y hace que confíes más en las posibilidades que cada jugador tiene. Llegaron los buenos resultados y ahora parece que somos otro equipo, que es muy difícil meternos mano y está claro que tiene que seguir siendo así si queremos cambiar la categoría.

-¿Se afrontan los partidos de otra manera?

-Creo que cada partido se afronta de la misma manera, lo que pasa es que ahora como acompañan los resultados te ves como más crecido. No sé si es la palabra adecuada, pero te ves más fuerte a la hora de entrar en los partidos, que el equipo contrario tiene que hacer las cosas muy bien para ganarte y sabes que tú vas a tener tus ocasiones porque estamos metiendo goles en la mayoría de los partidos y no estamos recibiendo mucho, que creo que va a ser la clave para lo que resta de temporada.

-Usted que lo tiene cerca en el campo, ¿cómo ha visto la irrupción de Francho Serrano?

-Se veía desde el principio, desde que empezó a subir con nosotros a entrenar, que es un chico con unas cualidades muy buenas. Se está viendo que es un jugador que abarca muchísimo campo, que tiene mucha personalidad. Todavía es muy joven, tiene un futuro muy prometedor por delante y estoy seguro de que va a dar muchas alegrías. Se está viendo que está aportando mucho, es un fijo en los onces y está rindiendo a buen nivel.

-Parece que tanto Francho como Francés e Iván Azón han llegado para quedarse.

-Sí, necesitábamos algo nuevo, gente que viniese con muchísimo hambre y ellos tres desde que les dieron la oportunidad no han parado. Francho y Francés están teniendo la suerte de contar con más minutos que Iván pero Azón también cada vez que sale demuestra que es un jugador con muchísimo hambre y sale con muchísimas ganas.

-Es uno de los más veteranos y también de los capitanes. ¿Se ve como un líder dentro del equipo?

-No, uno de los líderes no. Es verdad que llevo tiempo aquí, está habiendo mucho cambio de jugador y al final soy de los que más tiempo lleva. Pero un líder no me siento. Sí intento aportar lo máximo posible. A pesar de tener 28 años llevo ya varias temporadas en Segunda y al final intentas aportar sobre todo a la gente joven, especialmente a los que suben de la cantera, aportarles el momento en el que estamos. El año pasado luchábamos por subir a Primera y este, por desgracia, por no bajar. Intentas sobre todo ayudar y enseñar lo que puedes.

-Zaragoza ya es el lugar donde más tiempo ha estado, cuatro temporadas, en el fútbol profesional. ¿Qué supone para usted?

-Por eso digo que un líder no me considero, porque tengo por delante a gente como Zapater, Javi Ros, Cristian, que son jugadores con más experiencia. Al final no me siento líder pero sé que tengo mi peso dentro del vestuario y en el juego. Esta es la cuarta temporada, estoy teniendo la suerte que desde el primer momento que vine a Zaragoza he contado siempre con minutos, me siento feliz, me gusta la idea de juego que hay, el proyecto y, sobre todo, el objetivo que a principio de cada temporada siempre es subir a Primera División. Es una ciudad en la que estoy muy contento.

-Da la impresión de que Eguaras y el Real Zaragoza encajaron desde el principio.

-Me acuerdo del primer año de Natxo, empezó siendo un poco duro en cuanto a resultados y hubo un momento que a mí me marcó que fue cuando me dejó sin convocar en Huesca. Sabía que eso no podía volver a pasar, me puse a pensar, tuve que cambiar muchas cosas en mi estilo de juego y he disfrutado mucho cada vez que juego aquí.

-Ha jugado con todos los entrenadores que han pasado, bien distintos entre sí.

-Cada entrenador al final expone su estilo. A mí me marcó mucho que estuviese Víctor porque me gusta mucho su estilo de juego, yo también encajaba en lo que él quería. Luego con la llegada de Rubén Baraja, que proponía cosas diferentes, me costó mucho coger lo que él quería. Por eso digo que asumí quedarme varios partidos sin jugar. Luego he tenido la suerte de seguir jugando.

-En un año se ha torcido todo. ¿Ha cambiado mucho el fútbol?

-Ha cambiado en todo. El llegar a un estadio y ya de primeras con el equipo dividido, sin poder cambiarte con todos tus compañeros, entrar y ver que no está tu público... Es una sensación totalmente diferente. Sabes que estás arropado, con millones de ojos puestos en los televisores pero no vas a sentir el rugido de la grada, ni el apoyo ni los cánticos. Al final no es lo mismo venir a La Romareda con 35.000 personas a estar los 22 futbolistas en el campo.

-¿Se sienten más lejos de la gente?

-Parece mentira pero solo el recibimiento que nos hacían a la llegada al campo era ya una motivación extra para afrontar el partido. Ahora que no tenemos nada de eso se nota mucho.

-Es más frío.

-Es más frío, muy diferente. No tienes ni la sensación de estar en un partido. Al final es la competición pero no tienes la esencia del fútbol que es la gente. Sin gente, yo lo siento mucho pero el fútbol se queda pobre. Esperemos que de cara a la próxima temporada puedan dejar un mínimo de aforo.