James es fijo para Víctor Fernández. «Si está bien, tiene que jugar siempre», sentenció el técnico en la rueda de prensa previa al partido de esta tarde en Ponferrada. Desde que se hizo con las riendas del Zaragoza, el aragonés viene pregonando a los cuatro vientos que el nigeriano es algo más que una pieza básica. Para Víctor, James es intocable. Esencial. «Debe ser uno de los jugadores más determinantes de la categoría por sus condiciones», añadió el técnico antes de dejar entrever que el Zaragoza de esta tarde lo conformarán James y diez más.

Así que el centrocampista debutará esta temporada con la elástica zaragocista. Su presencia, de hecho, será la única novedad respecto al once inicial que Víctor dispuso en la jornada inaugural ante el Tenerife. No está tan claro, sin embargo, a quién sustituirá el nigeriano. La mayoría de los focos apuntan a Soro, que ocupó la demarcación de interior hace una semana. La medida no provocaría más movimientos adyacentes, pero el buen rendimiento del canterano frente al Tenerife, con un notable trabajo defensivo y participación directa en el primer gol de Luis Suárez, al que asistió, obligan a mantener ciertas reservas acerca de la decisión final de Víctor.

Otra opción sería sacrificar a Guti, pero no parece demasiado factible que el técnico opte por renunciar al sacrificio y trabajo defensivo del canterano en un partido fuera de casa que, además, se prevé trabado y exigente. Su solidaridad se antoja necesaria, lo que desplaza el foco hacia otros dos elementos. Uno de ellos es Dwamena, que podría perder su puesto como referencia ofensiva a favor de Suárez, aunque tampoco parece muy probable que Víctor renuncie a los centímetros del ghanés, habida cuenta, además, de que el centro del campo estaría compuesto por cuatro jugadores pequeños (Ros, Guti, James y Kagawa).

Por eso, no es descartable que el sacrificado para que entre James sea el japonés, aún en pleno proceso de adaptación y que podría sufrir ante un adversario correoso y que deja pocos espacios.

El movimiento a ejecutar por Víctor también podría alterar la forma de jugar del Zaragoza. O viceversa. Porque, de hecho, está por ver por qué tipo de fútbol apuesta Víctor en El Toralín. El Zaragoza actual ya no está obsesionado por la posesión y el balón, aunque sigue gustando, se tendrá cuando se pueda. El equipo, como dejó claro ante el Tenerife, dispone ahora de otros recursos y de herramientas adecuadas para llevarlos a cabo. Veremos.