El aductor de la pierna izquierda vuelve a dejar fuera de combate a James Igbekeme. La quinta lesión muscular sufrida por el nigeriano esta temporada y casi siempre en la misma zona, le privará, en esta ocasión, de jugar el próximo sábado en Santander ante el Racing y, seguramente, la jornada siguiente en La Rosaleda frente al Málaga, lo que supone un serio revés para Víctor Fernández, con el que James es fijo fuera de casa.

El aductor, pues, se ha convertido en el gran punto débil de James. Ya son tres las lesiones sufridas en la misma zona por el centrocampista africano, que, en total, ya ha padecido ocho percances a lo largo de la campaña que la han hecho perderse nueve partidos, es decir, las lesiones han provocado que James haya sido baja un tercio de todos los encuentros disputados por el Real Zaragoza.

Todo comenzó muy pronto. En medio de continuos rumores acerca de su posible venta a otro equipo, Igbekeme se perdía el primer partido del campeonato, en La Romareda ante el Tenerife, por una supuesta gastroenteritis. Poco después, tras disputar la segunda y tercera jornadas, James sufría el primer problema muscular del curso. Fue en el último entrenamiento antes de subirse al autocar camino de Alcorcón, en la cuarta jornada. Las pruebas médicas detectaron una pequeña lesión en el recto anterior de la pierna izquierda que le hizo perderse el duelo en Santo Domingo y el de la semana siguiente en casa ante el Extremadura. Ambos se saldaron con victoria de un Zaragoza que comenzaba la temporada como un tiro.

Pero la alegría le duró poco a James, que ya no pudo viajar a Oviedo, en la octava jornada, debido a una lesión en el aductor de su pierna izquierda. Tampoco entonces fue especialmente grave la dolencia, pero el medio volvía a perderse dos partidos más (frente al Oviedo y ante el Málaga en La Romareda).

A partir de entonces, la temporada entró en una fase de sosiego para el nigeriano, que se adueñó de un puesto en el once titular del Real Zaragoza, hasta que el aductor izquierdo volvió a darle problemas. Fue antes de la disputa de la jornada 17, cuando el equipo aragonés debía visitar Vallecas para medirse al Rayo de Paco Jémez. James no pudo ser de la partida, y también se perdería el siguiente compromiso en casa frente al Girona. Volvió para visitar Riazor, donde sufrió un golpe en el muslo que le llevó de nuevo a la enfermería y que acabó por descartarlo para el choque de la vigésima jornada ante el Racing.

Pero todo volvió a la normalidad. James retornó a la titularidad, aunque en la jornada 27 volvió a ser baja frente al Fuenlabrada en La Romareda debido a una sobrecarga. Ahora, tres semanas después, James cae, otra vez, víctima de «una lesión muscular de grado I en el aductor de la pierna izquierda», expuso el club.