Javi Ros ya lleva unas semanas de trabajo con el primer equipo, entrando en parte de la dinámica después de que el 6 de febrero fuera operado de la rotura del menisco externo con afectación del cartílago de la rodilla derecha por el doctor Leyes en Madrid y el pasado 7 de julio recibiera el alta médica. Con el final de la competición y de los 'playoffs' previstos el segundo capitán del equipo no tenía ninguna posibilidad de ayudar al equipo sobre el césped, pero el retraso al menos de dos semanas de la promoción si le da algunas opciones, aunque la prudencia va a ser la norma en su caso. “Después de casi seis meses de la operación estoy ya trabajando con el equipo en bastantes situaciones y contento de cómo ha ido la rehabilitación. Ha sido largo, complicado y duro por todo, también por la situación vida por la pandemia que hizo que la lesión pasara a un segundo plano. Ahora estoy feliz porque estoy haciendo cosas con el equipo y me da mucha vida, aunque todavía no estoy para competir. Poder ayudar un poco en el verde, en los entrenamientos, es una gran sensación, me hace sentirme más útil en el día a día”, asegura el jugador navarro, que el jueves ya hizo una buena parte del partidillo de entrenamiento con el equipo y con buenas sensaciones.

El jugador, uno de los pesos pesados del vestuario, ha sufrido mucho en la vuelta del equipo tras el parón, porque “no ha sido fácil. El equipo tras el confinamiento trabajó bien, pero no estuvimos bien, los resultados no acompañaron y lo hemos sufrido”, sentencia Javi Ros, que se queda con la mejoría del Zaragoza en el partido ante la Ponferradina, que le dio para frenar una racha de seis partidos sin ganar y para recuperar la tercera plaza. “El equipo recuperó sensaciones, jugó gente menos habitual y es importante que ellos vieran que lo hicieron muy bien. El hecho de lograr el tercer puesto, que no es nada fácil, te da esa pequeña ventaja en caso de empate. Sentimos el hecho de haber perdido el ascenso directo, no pudo ser, pero en la Liga el equipo ha merecido estar donde está”, indica.

La incertidumbre sobre cuándo se van a jugar los 'playoffs', previstos como mínimo para a partir del 2 de agosto, y de no saber aún si el rival será la Ponferradina o el Elche afecta a la planificación, pero Ros, como todo el vestuario, admite que este retraso en jugar va a venir bien al equipo. “Hay más tiempo para recuperar gente tocada o cansada, dentro de esta incertidumbre creo que nos puede venir bien y estoy convencido de que lo vamos a aprovechar muy bien. El equipo está preparado y hay que aprovechar estos días para darle la vuelta a lo que estábamos haciendo, hemos demostrado que somos un grandísimo grupo y que estamos más que capacitados para pelear el ascenso y estoy con la confianza absoluta de que vamos a ser capaces de hacerlo”.

El mensaje a la afición

El Zaragoza ha sido muy golpeado a lo largo de la temporada por diferentes factores, como lesiones o aplazamientos, ha vivido malas rachas y momentos de crisis, pero se ha levantado y ha tirado hacia delante. “El levantarnos de golpes duros y de cosas extrañas está siendo una parte importante nuestra en la temporada. Hay que tratar de sacar lo positivo de esta situación tan rara”, resume Ros, que también manda un mensaje para el zaragocismo: “ Entiendo que la afición sienta el deseo de querer ayudar y no poder venir al campo. Sufrimos mucho por eso, por no tener cerca el calor de los aficionados, pero sentimos el cariño desde fuera. Toda la temporada hemos sentido que están con el equipo y ojalá después de un año tan atípico donde nos han pasado tantas cosas y hemos sufrido tanto podamos darles una gran alegría con el ascenso”.