—¿Cómo se toma su llegada al banquillo del Deportivo Aragón tras dirigir al juvenil?

—Como una continuidad, estuve 18 años seguidos en la cantera, ahora llevaba dos más y empiezo mi temporada 21. Me siento un hombre de club. ¿Se puede decir que es un premio? Lo es a la constancia y a la trayectoria, pero no solo por la temporada pasada. No me gusta valorar las cosas en espacios cortos de tiempo.

—Viene de un gran año en el juvenil, donde acabaron segundos y disputaron la Copa, pero ahora coge al Aragón en Tercera. ¿El ascenso es obligado?

—El objetivo principal es que tenemos una buena generación de jugadores y lo que hay que intentar es que el máximo posible llegue al primer equipo. El inicio va a ser duro, con muchos juveniles que vienen al fútbol de hombres, que tiene unas exigencias competitivas. Pensamos en esa formación, pero dentro de ella hay que enseñarles a ganar. Todo va enlazado. No se puede decir que estamos formando y no es importante ganar y tampoco que vamos a lograr triunfos por todos los medios saltándonos los conceptos. Hay que formar a los jugadores para que sepan ganar.

—¿Pero el filial es más valioso para el primer equipo si está en Segunda B?

—No lo creo, porque se ha demostrado que no tiene por qué ser así. Si estás en Segunda B, mejor, porque estás más cerca de la realidad actual del Zaragoza. Sin embargo, no hay más que ver el Sporting o la Real Sociedad en tiempos recientes. No hay que quitarse la presión de subir, la tenemos, pero no creo que sea vital para llegar al primer equipo. Delmás, Lasure, Guti, Pombo... Han subido de Tercera y se han adaptado. Es posible que si llegas de Tercera necesites un periodo de adaptación más largo, pero lo importante es el talento y mejorarlo. En Segunda B, por ejemplo, hubiéramos hecho un equipo con más edad y, al bajar, lo mejor es un equipo más joven, con recorrido en el filial de dos o tres años porque todos no van a mejorar a la vez. Unos necesitarán meses y otros más tiempo.

—¿Esos ejemplos recientes de jugadores que han llegado y se han consagrado ayudan a su labor en el Aragón?

—Claro que ayudan, porque ven esas referencias muy cercanas. La dirección deportiva apostó fuerte el año pasado y los que subieron tenían ficha ya del primer equipo. Ese paso es clave. Y después está el entrenador, si los pone o no, que lo hizo porque creía en ellos. Lo más importante es la estructura para que los jugadores puedan llegar y estos tienen que aportar su talento, su capacidad y mejorar psicológicamente para soportar la presión.

—En los juveniles que dan el salto al Aragón hay jugadores con muchas expectativas. Subías, David Vicente, Marcén, Clemente, Baselga y, sobre todo, Soro.

—Yo creo en el día a día. Sé que hay chicos señalados porque tienen un gran talento pero ahora toca competir en el fútbol de verdad. Habrá jugadores que pensemos que pueden llegar y no lo hagan porque no se dé esa mejoría, y otros que quizá con un papel secundario sí evolucionen y lleguen. Los Pombo, Delmás o Lasure no eran unas apuestas de futuro que hace cuatro años pensabas que iban a llegar, sino que el día a día los ha colocado ahí. No miro ni un nombre. Todos tendrán las mismas oportunidades y la pretemporada es la parrilla de salida, como en los coches. Todos deberán demostrar que están por la labor de ser futbolistas.

—¿Le ha dicho el club si alguno hará la pretemporada o parte de ella con el primer equipo?

—A mí no se me ha comunicado que alguno suba a Boltaña, por ejemplo. De momento esa decisión no está tomada y la plantilla del primer equipo tiene una base ya muy sólida a la que solo le faltan algunos retoques.

—¿Jugadores como Maxi Rosales o Nieto pueden salir cedidos a Segunda B?

—La plantilla no está cerrada. Hay jugadores que, por la edad que tienen y por el tiempo que llevan, no es interesante que estén en Tercera. La idea principal es que el equipo sea muy joven.

—Eso es un riesgo.

—Lo asumo. Casi diría que el arranque no va a ser bueno, que nos va a costar. Al principio, se equivocarán más, nos costará lograr los resultados, pero no valoro los dos primeros meses, lo importante es estar arriba al final.

—¿Cuál será el triunfo de esta temporada para usted?

—Que el máximo de jugadores llegue arriba y terminar la Liga primeros y subiendo. Ese sería el éxito total. Igual al final no tenemos una buena clasificación, pero cuatro chicos tienen presencia en el primer equipo, pues también sería un éxito. Por cómo está la economía del club, hay que ver que lo más importante es que lleguen jugadores. En tiempos de crisis, la cantera es oxígeno deportivo y económico.

—Estar en el filial supone la antesala para coger el primer equipo si hay crisis. ¿Lo ha pensado?

—Ni me lo planteo, lo primero porque formo parte de una estructura. No sé qué va a pasar. Solo pienso en hacer bien mi labor y en ayudar a la estructura. Y no me planteo que el primer equipo no vaya bien, porque tiene bases sólidas y creo firmemente que va a ir muy bien.