--¡Cómo le recibió La Romareda!

--Sí. La nota negativa fue que pasó justo después de la pitada a Luis. Pero estoy muy contento; te pones un poco nervioso, pero cuando la gente te aplaude te sientes mejor y con más confianza. Ahora a intentar volver a jugar allí para que me vuelvan a aplaudir (ríe).

--Fue un debut efímero, pero un debut. ¡Y en qué momento!

--Aunque hayan sido dos minutos, siempre es bueno empezar y da igual cuál fuera el ambiente. Paco me había dicho que iba a entrar fallásemos o metiésemos el penalti. Esta semana en principio vuelvo a entrenar con ellos. Es cierto que hubo muchas bajas y la sanción de Diego; todo propició que fuera convocado. Ahora a seguir entrenando bien e intentar que se fijen en mí.

--¿Le sorprendió la llamada del primer equipo?

--No había entrenado nunca con ellos. Yo me había ido a Madrid, porque con el filial no teníamos jornada, pero volví muy feliz.

--¿Cómo le recibió el vestuario?

--Bien, me ayudaron todos. Me sorprendió, porque no los conocía. Solo un poco a Leo y a Luis García, porque había jugado con mi padre.

--Y su padre, ¿qué le dijo?

--Estábamos en casa comiendo cuando me llamaron. Me dijo que estuviera tranquilo, que hiciera lo que hago siempre, que seguramente iría bien. Y si no, que siguiera intentándolo.

--¿Le aconseja mucho?

--Si hasta ahora no le he hecho caso, poco le haré ya (ríe). La verdad es que durante toda mi vida me ha ayudado mucho; y cuando juego mal, me lo dice. Me ha enseñado que nunca tengo que bajar la cabeza, que hay que seguir intentándolo y luchando.

--¿Cree que se parecen jugando?

--La verdad es que cuando jugaba mi padre yo era pequeño. Solo tengo imágenes. Por lo que dicen algunos, sí. Yo lo que intento copiarle de lo que recordaba de él son las ganas con las que jugaba, luchar todo lo que se puede. La calidad depende de cada uno, no se puede imitar. Pero el luchar cada balón no puede faltar.

--¿Impresiona La Romareda cuando estás a punto de entrar?

--Hubo gente que decía que no había una gran asistencia, pero para mí, que estoy acostumbrado a jugar en campos de Tercera, fue bonito salir a calentar con toda la gente y se siente, se siente. Aunque uno diga: 'soy fuerte, no me voy a poner nervioso', al final algo te puede (ríe).

--¿En el filial ven la puerta del primer equipo abierta con Herrera?

--Este año ya somos cinco del B que hemos ido convocados. Nos están dando oportunidades.