Vive el Zaragoza desde que bajó entre la urgencia y la exigencia por subir y las limitaciones y la dificultad de esa empresa. Narcís Juliá respira eso de forma directa desde hace un año, cuando llegó a la dirección deportiva. «La paciencia ya sé que no es una característica especial en este club y en la ciudad, pero el camino es difícil y lo intentamos seguir con coherencia y sentido común».

Hacía tiempo que el director deportivo no tomaba la palabra. Desde la presentación de Raúl Agné a finales de octubre. Habló, como acostumbra, con pausa, y dio un llamamiento a la tranquilidad. «Me gustaría que mi visión pudiera ser compartida por más gente. Sí pediría un poco de tranquilidad para que los jugadores tengan ese espacio de creatividad y que a veces es difícil cuando la exigencia se desmesura», reiteró Juliá, que recordó que el de Jesús Valentín es el decimoquinto refuerzo este curso y que ya ha habido dos entrenadores. «Todo eso no se valora. Las cosas llevan su procesos y no hay una varita mágica para que todo funcione al instante», incidió, para recalcar que, tras un año, se siente «a gusto y cómodo», en su puesto, donde ha procurado aislarse y no dejarse «arrastrar por el ruido en torno y detrás del club, por las ansiedades, los miedos y las prisas por ascender que percibo».

Ve Juliá mejor al equipo en los últimos tiempos, porque «está creciendo. Podría optar como parece que mucha gente por el drama y decir que esto es un desastre. Opto por el optimismo y el equipo me da sensaciones de que crece», aseguró el director deportivo, que añadió: «El Zaragoza siempre tiene en el ambiente el aspirar al ascenso y no podemos renunciar a eso, pero debemos fijarnos solo en el día a día».

EL MERCADO

El día a día es el mercado invernal que ya ha traído a Valentín y que debe traer al menos dos más, un delantero (Chuli) y un centrocampista (Fran Mérida es el difícil deseo). Juliá no habló de candidatos ni de posiciones. Pero si hay fichajes debe haber salidas Ahí también hay nombres: Juan Muñoz, Morán y Popa. Tampoco dio pistas. «No somos ingenuos. En función del protagonismo podemos esperar que algún futbolista que le incomode el hecho de no tener minutos pueda plantear una cosa».

No serán en todo caso los jugadores que más minutos tienen. Al menos, ese es el deseo del club: «Para nada nos lo planteamos. Solo faltaría ya que perdiéramos potencial», dijo, para insistir después en las estrecheces económica: «Parece que la gente no lo quiere ver o reconocer, pero hay que ir con pies de plomo». Sí dejó claro Juliá que el Zaragoza no iba a tener la actividad de enero pasado, con 6 fichajes y 3 bajas: «No será igual. Buscamos apuntalar alguna posibilidad para ser más compactos y competitivos».