La Kagawamanía ha llegado a Zaragoza. Casi 7.000 personas se han dado cita en La Romareda, un hervidero como en los días de partido grande, para recibir a la nueva estrella, al jugador que ha disparado de nuevo la ilusión entre el zaragocismo. “Volveremos a Primera, volveremos otra vez”, han cantado convencidos con Kagawa en el césped, recibido con una expectación inaudita. El futbolista ha disfrutado del momento, siempre sonriendo, acompañando con palmas los cánticos, besando el escudo y dejando un mensaje claro y contundente: “Vamos a subir a Primera con todos mis compañeros”. (Así hemos contado la presentación en directo)

No ha vivido el Real Zaragoza nada igual a lo de hoy. Con una expectación propia de un ídolo pop de los sesenta, Kagawa ha recibido un baño de multitudes. Miles de personas en los asientos, los pasillos, los vomitorios, el gallinero… camisetas zaragocistas y del Borussia y muchas ganas de cantar y celebrar. La grada ya ha coreado su nombre, le ha pedido que besara el escudo y ha entonado los típicos cánticos de La Romareda de la mano de B-Vocal, también presentes. Kagawa miraba todo entre sorprendido y feliz, siempre con una sonrisa en la boca, acompañando con las palmas e incluso con la bufanda que le ha regalado la Federación de Peñas.

Ese ha sido el remate de un día único. Antes se ha producido la presentación ante los medios trasladada a la sala Luis Galve del Auditorio por cuestiones de aforo y porque el club ha organizado un espectáculo a la altura de las circunstancias. Retransmitido en directo para Japón (incluso a través de las redes sociales del propio futbolista), primero la Asociación Aragón Japón ha ofrecido una actuación con tambores japoneses. Después, Lalo Arantegui ha introducido al futbolista, destacando su excelso currículum, y Kagawa ha ido respondiendo a las preguntas junto a su traductor, un japonés residente en España que le acompaña desde el viernes.

En casi cada respuesta (menos cuando le han preguntado por su corte de pelo), ha pronunciado Primera o ascenso. Kagawa tiene claro a qué ha venido a Zaragoza. Ha afirmado incluso que para él “es más importante el reto deportivo que supone ascender que el aspecto económico”. También ha asegurado que la idea que el club y el cuerpo técnico tenía de él le convenció para decidirse por el Zaragoza, además de su ilusión por jugar en España porque sigue la Liga desde pequeño. Asimismo, ha explicado que le ha sorprendido “el nivel del equipo en sus primeros entrenamientos” y que sus compañeros le han parecido “muy simpáticos” por lo que confía en hacer un gran año. Y el corte de pelo tenía una explicación muy sencilla: hace mucho calor en Zaragoza.

Después se ha desvelado su dorsal: el número 23. Grippo se lo ha cedido y lucirá el 20. La presentación ante los medios ha concluido con un fragmento de Los Sitios de Zaragoza que Kagawa ha observado atentamente. A su finalización ha aplaudido y saludado con la cabeza a todos los participantes. Con esa fusión entre la cultura japonesa (los tambores y figuras de origami) y la aragonesa con la jota se ha cerrado el acto más oficial. A continuación se ha desatado la Kagawamanía.