--Me lo pusieron muy fácil para jugar 35 partidos la temporada pasada, porque había gente que se tiraba a la camilla, como Romaric. ¿Qué le parece lo que dijo Movilla en su rueda de prensa de despedida?

--Que se equivocó, a lo mejor no se explicó bien en lo que quería afirmar o quiso decir otra cosa, pero él sabe que nunca me he borrado de un partido, que nunca me he quitado de en medio. No quiero entrar en muchas polémicas, ahora no estoy en el Zaragoza y en el Bastia me van bien las cosas, estoy disfrutando del fútbol y contando con la confianza del entrenador, pero en esa opinión él no dijo la verdad.

--Y entonces, ¿por qué cree que lo dijo? No le deja a usted en muy buen lugar. Además, no es lo mismo que eso lo diga un excompañero que otra persona ajena a ese vestuario.

--No lo sé, habría que preguntárselo a él. Yo siempre intenté ayudar en todos los equipos en los que he estado, en el vestuario haciendo grupo y también cuando salté al césped. Se le puede preguntar a todos mis entrenadores, a preparadores físicos, a otros compañeros, a toda la gente con la que he compartido equipo en mi carrera... No lo entiendo que lo dijera, no tiene ningún motivo para hacerlo. Tenía y tengo respeto por Movilla, por su carrera, porque lleva mucho tiempo en el fútbol y por todo lo que ha hecho, pero se equivocó al afirmar eso. Hay cosas que no se pueden decir porque son mentira y solo sirven para hacer daño. Esta es una de ellas.

--¿Cómo reaccionó cuando se enteró? ¿Se enfadó?

--Reaccioné con mucha sorpresa, claro. No me molestó mucho, la verdad, porque yo sé que no es cierto y porque sé que la gente que me conoce también da por hecho que no es así, pero creo que por la afición sí debo responder, que los seguidores del Zaragoza tengan claro que yo no soy así, que yo no me tiro a la camilla como él dijo. Asumo mi responsabilidad en el descenso a Segunda División, sé que mi rendimiento no fue el esperado, el que yo deseaba, y por tanto tengo mi parte de culpa de todo lo que se vivió en la temporada pasada, pero que un compañero diga cosas sobre mí que no son verdad no lo puedo aceptar.

--Desde que dijo eso la semana pasada, ¿ha hablado con él?

--Sí, ya lo hice, le llamé. Le dije lo que pensaba y me pidió perdón, me dijo que se habían malinterpretado sus palabras y que no quiso dar a entender que yo me había borrado de partidos, sino que había estado tiempo lesionado y por eso en la camilla.

--Al margen de lo que dijo Movilla, usted está metido en un proceso judicial contra el Zaragoza en el que el juez ya ha dictaminado el embargo de taquillas y cuentas del club para pagar lo que se le adeuda. ¿Cómo justifica la decisión de embargar al club?

--La historia es sencilla, yo desde el primer momento intenté hacer las cosas bien, darles facilidades, que no se llegara a este punto de conflicto, pero, por así decirlo, han querido jugar conmigo. El embargo sé que es una decisión difícil y asumo todo lo que implica, pero lo hago para cobrar lo que se me debe, lo que estaba en mi contrato. Los contratos se firman para respetarlos, en el Zaragoza y en cualquier club del mundo.

--Se le nota molesto con el comportamiento del Zaragoza desde que usted se marchó en junio del 2013.

--Yo quise hablar, ver cómo lo hacíamos, cómo se podía solucionar todo de la manera más fácil para el club. Tras acudir al juez se quedó en que poco a poco, primero una pequeña parte, después otra, más tarde otra cantidad mayor hasta ir completando lo que se me debía, pero en los dos primeros meses ya no me pagaron, ya incumplieron. Piden perdón, volvemos a empezar y otra vez lo mismo. Y por eso perdí la confianza en su palabra. Cuando pierdes la confianza en alguien es imposible que haya un acuerdo y por eso se ha llegado hasta aquí.

--¿Cómo ve al Zaragoza desde la distancia?

--Como todos, con mucha preocupación. A todos los equipos en los que he pasado quiero que les vaya bien y además dejé muchos amigos en esa ciudad, gente a la que le tengo mucho cariño. El club está con serios problemas económicos y no soy yo el único que tiene dificultades para cobrar lo que se le debe, lo que no es buena señal. Sé que no están teniendo suerte en Segunda, pero deseo de corazón que al menos se queden en esa categoría, que no bajen a Segunda B si no pueden ascender este año y que lo logren el próximo, porque el Zaragoza por historia y por afición merece estar en Primera. Ojalá sea así.