No se separa un ápice en su discurso César Láinez del objetivo de la permanencia. Ni ha salido ni va a salir de momento la palabra playoff de su boca. No lo hizo antes de la visita del Getafe. «La única meta es tener 49 puntos tras el partido y, a nivel personal, empezar a descansar algo», señaló, para mantener un discurso de prudencia: «La permanencia no está conseguida, nos faltan 4 puntos para esos 50 y el camino que nos queda es duro. Nos enfrentamos a rivales ahora que se juegan cosas, varios están en puestos de playoff o de ascenso. Lo que nos queda es más complicado, pero la dinámica es buena y, cuanto antes lleguemos a la meta, más tranquilidad nos dará».

Reconoció el técnico que no esperaba tener tan a mano el objetivo de la permanencia tras solo cinco jornadas, en las que ha sellado 11 puntos. «Si nos adentramos en este huracán en el que estaba metido el Zaragoza era porque pensábamos en sacarlo, pero evidentemente no esperábamos estar tan cerca a estas alturas», aseveró, para admitir después que en los dos últimos partidos, ante el Mirandés y el Mallorca, el equipo no ha andado tan fluido en ataque: «Eran difíciles de afrontar ambos choques. El equipo tuvo equilibrio y supo leerlos. No se generaron las 6 o 7 ocasiones que creábamos, pero no nos hicieron tantas oportunidades».

Tendrá que mejorar en esa faceta de generación de juego ante el Getafe, porque el rival le va a dar la iniciativa: «Los equipos de Bordalás tienen una identidad propia. No te regalan nada y aprovechan al máximo tu error. Es el equipo con las transiciones más rápidas y más efectivas en Segunda. En la mediapunta por detrás de Jorge Molina son verdaderos puñales y atrás tienen experiencia como para no regalar nada. Vendrán a ganar con su modelo de juego y nosotros debemos ser más productivos con el balón», sentenció, para recordar la dureza de esta Segunda, que para Láinez es «la competición más igualada de Europa».

UNA ROMAREDA LLENA / La dureza del enemigo se ve en sus nombres, en los jugadores que maneja para volver a la élite en un año: «Junto al Rayo es la mejor plantilla de Segunda. Si sumamos minutos en la máxima categoría del once del Getafe podría ser un equipo de la zona medio-baja de Primera», reseñó. Y esa dificultad del rival hace que el apoyo de la grada sea vital. «Ojalá antes de que deje este puesto vea una Romareda llena y que el jugador sienta lo que yo he sentido cuando te lleva en volandas», deseó.

¿Cuándo dejará ese puesto? Láinez lo ha repetido hasta la sociedad. Lo hará en junio, para después, una vez renovado su contrato, volver a la cantera, al filial en principio, al fútbol formativo. «Soy un hombre de palabra, con las ideas claras y ayudaré al club en todo lo que necesite. Soy el entrenador de estas 12 últimas jornadas del Zaragoza», insistió, para alabar después el compromiso del grupo. «Los jugadores, en una situación difícil, con un 60% que no sabe dónde va a estar el próximo año, han mostrado un compromiso y una identidad absolutas. El grupo ha creído siempre en nuestra idea», concluyó el técnico zaragocista.