Con César Láinez ha cambiado el Real Zaragoza. Son otras sensaciones, otros resultados y números bien distintos. El equipo aragonés no pierde desde que el zaragozano está en el banquillo, ha sumado once puntos de los últimos quince en juego, ha hecho ocho goles y, he aquí el cambio más importante, ha recibido únicamente tres tantos y lleva dos partidos consecutivos sin encajar ninguno. El Real Zaragoza se desangraba en defensa desde el principio de la temporada, siendo uno de los equipos más goleados de la categoría y un lastre demasiado pesado como para pensar en grandes objetivos. Cualquiera, en cualquier momento, de cualquier manera, le hacía un gol.

Ahora, no. Le siguen creando ocasiones pero no recibe goles, lo que le permite aprovechar mucho mejor sus tantos y, en consecuencia, sumar muchos más puntos. Láinez hizo cambios sustanciales en defensa desde el primer día. Dio la titularidad a Ratón, que se muestra más seguro cada jornada que pasa. Ayer evitó el tanto de Guarrotxena en una de las ocasiones más claras del Mirandés y dominó bien los balones aéreos con los que el equipo de Pablo Alfaro quiso bombardear el área aragonesa.

El técnico también movió piezas en los centrales, desplazando a Cabrera al lateral izquierdo y pasando a José Enrique a formar pareja con Marcelo Silva. En el otro costado ha ido alternando a Feltscher e Isaac en el único cambio por decisión técnica en el once. Todo eso con Zapater por delante y, en las últimas jornadas, con Jesús Valentín echando una mano en la contención en los minutos finales.

Unos cambios que han funcionado porque el equipo defiende mejor, sabe sufrir y ser solidario, aunque todavía concede más ocasiones de las recomendadas para vivir un partido con tranquilidad. Hay un dato significativo a este respecto. Es bien sabido que este equipo se desfonda en las segundas partes, que el físico no le da para noventa minutos. Pues bien, cuando en teoría más debería sufrir el Zaragoza, menos lo hace a efectos numéricos. Desde que César Láinez ocupa el banquillo, el equipo no ha recibido ningún gol en las segundas partes. En tres de las jornadas con el zaragozano a los mandos, directamente no ha habido goles en contra: Elche, Mallorca y Mirandés. En los otros dos, Villar adelantó al Valladolid en el minuto 31 y Morcillo y Quique igualaron en Almería antes del descanso. El último gol que ha recibido el Zaragoza es precisamente el de Quique en el minuto 45 de hace tres jornadas.

Ese cambio fundamental es el que sostiene la mejor racha de la temporada del Real Zaragoza. Nunca antes había estado cinco partidos seguidos sin perder y en los 30 encuentros anteriores solo fue capaz de dejar la portería a cero en seis ocasiones. Ya lleva la mitad, tres, en las últimas cinco jornadas. Con el 1-0 de ayer por fin el Zaragoza suma ya más goles a favor (46) que en contra (45) y ya ha ganado fuera los mismos partidos que en las treinta jornadas anteriores, dos.